Remesas: el contraste entre Paraguay y América Latina

Los envíos de remesas hacia Paraguay marcaron un nuevo récord histórico en 2024 y mantienen una tendencia ascendente en 2025. Sin embargo, el país continúa en el tramo bajo del ranking regional tanto en volumen como en peso relativo sobre el PIB.

Datos del BID indican que durante 2024 el crecimiento de remesas se moderó significativamente, alcanzando apenas el 2,3% en promedio regional hasta septiembre.
Datos del BID indican que durante 2024 el crecimiento de remesas se moderó significativamente, alcanzando apenas el 2,3% en promedio regional hasta septiembre.

Las remesas vuelven a ubicarse en el centro del debate económico regional. Con cifras que baten récords en varios países de América Latina, estos flujos enviados por migrantes no solo superan a la inversión extranjera directa en algunos casos, sino que representan una proporción significativa del PIB en economías con alta dependencia de sus compatriotas en el exterior. En este nuevo escenario, Paraguay también se posiciona, aunque con una realidad diferenciada: si bien sus números históricos han alcanzado niveles sin precedentes, el peso de las remesas sobre el PIB sigue siendo bajo en una comparación regional.

Cifras nacionales en ascenso

En 2024, los paraguayos en el exterior enviaron un total de US$ 731,8 millones en concepto de remesas, según datos oficiales del Banco Central del Paraguay (BCP). Se trata del monto anual más alto registrado hasta la fecha y representa un incremento de 17% respecto al año anterior, cuando se habían recibido US$ 621 millones. Solo en diciembre de 2024, el país captó US$ 68,4 millones, el mayor flujo mensual en el año.

De hecho, según otros datos, Paraguay recibió un acumulado de US$ 534 millones en remesas al cierre del tercer trimestre de 2024 (enero a septiembre), lo que representa un importante repunte frente al mismo periodo del año anterior. En lo que va del 2025, de enero a abril, se observa un volumen de US$ 289,6 millones, mientras que solo en abril ingresaron US$ 76,7 millones, de los cuales US$ 13,8 millones provinieron desde América Latina. Estos datos consolidan la tendencia ascendente observada desde fines de 2023.

Ranking regional de remesas acumuladas. Enero a septiembre de 2024, en millones de US$.
Ranking regional de remesas acumuladas. Enero a septiembre de 2024, en millones de US$.

Una región con fuertes contrastes

A pesar del dinamismo reciente, Paraguay sigue teniendo una baja dependencia macroeconómica de estos flujos. Con base en los datos de crecimiento del PIB, las remesas representaron alrededor del 1,6% del producto interno bruto en 2024. Este porcentaje lo coloca muy por debajo de los países más dependientes de la región, como Honduras (25,2% del PIB en 2023), El Salvador (23,5%), Guatemala (19,6%) y Nicaragua (27,2%), de acuerdo con datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En estos países, las remesas son una fuente esencial de ingreso nacional y un sostén directo para millones de familias.

Por volumen absoluto, Paraguay tampoco figura entre los principales receptores. México encabeza cómodamente el ranking con US$ 49.770 millones recibidos hasta septiembre de 2024, seguido por Guatemala (US$ 14.809 millones), República Dominicana (US$ 7.842 millones), Colombia (US$ 7.442 millones) y Honduras (US$ 6.725 millones). Incluso países como Bolivia (US$ 1.223 millones) y Ecuador (US$ 3.156 millones) superan a Paraguay en términos nominales.

Origen y concentración geográfica

Sin embargo, el comportamiento local revela un crecimiento sostenido y una concentración geográfica clara en el origen de los envíos. El 63% de las remesas que ingresaron al país en 2024 provino de España, reafirmando su posición como principal origen de los envíos de compatriotas. Le siguen Estados Unidos, con el 11%; Argentina, con el 9%; Brasil, con el 5%; y Chile, con el 2%. Este patrón reafirma la dependencia de Paraguay respecto a la situación económica de estos países, particularmente España, donde más de 100.000 paraguayos residen de forma permanente.

Impacto social y oportunidades

Especialistas del sector económico local destacan que el flujo de remesas tiene un impacto importante a nivel microeconómico, en especial en regiones del interior del país donde los envíos se convierten en una fuente estable de ingresos familiares. Si bien no representan una proporción elevada del PIB nacional, sí tienen un peso considerable en ciertos estratos sociales, ya sea para el consumo básico, la educación o el ahorro.

El crecimiento registrado en los últimos dos años también está vinculado a factores externos. Por un lado, la recuperación económica en Europa y Estados Unidos permitió mejorar los ingresos de los migrantes, facilitando mayores envíos. Por el otro, la inflación en países como Argentina provocó un efecto de compensación, es decir, los paraguayos que trabajan allí aumentaron el monto de las remesas para sostener el poder adquisitivo de sus familias en el país.

Un fenómeno regional en expansión

En el contexto global, América Latina fue la región con mayor crecimiento de remesas en 2023, con un alza promedio del 8%, muy por encima del 0,7% a nivel mundial. Sin embargo, los datos más recientes del BID indican que durante 2024 este crecimiento se moderó significativamente, alcanzando apenas el 2,3% en promedio regional hasta septiembre. Países como México, Colombia y Ecuador incluso registraron caídas leves en el flujo de remesas en comparación con el mismo periodo del año anterior. A pesar de esta desaceleración, América Latina sigue siendo la región con mejor desempeño global en este indicador. En muchos países, los envíos de migrantes superan incluso los flujos de inversión extranjera directa y ayudan a sostener las reservas de divisas, estabilizando las economías en contextos adversos.

Desafíos pendientes para Paraguay

Para Paraguay, el desafío radica en capitalizar estos flujos de forma más estructurada. A diferencia de países centroamericanos, donde las remesas han sido integradas a políticas de desarrollo y programas financieros, en el país aún predominan los usos tradicionales y el consumo inmediato. En este contexto, se plantea la necesidad de crear productos bancarios que canalicen las remesas hacia el ahorro, la inversión o el acceso al crédito, generando un efecto multiplicador más amplio.

En términos comparativos, Paraguay se ubica en el tramo bajo del ranking regional de remesas. No se encuentra entre los países con mayor volumen, ni entre los más dependientes en proporción al PIB. Pero su curva de crecimiento, su concentración por origen y su peso social creciente hacen de este flujo un fenómeno que merece seguimiento continuo.

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