Gobernanza anticipatoria para un mundo cambiante

En un contexto global de cambios vertiginosos, rápidos avances tecnológicos, con transformaciones geopolíticas complejas, sociedades polarizadas, en el que se debate la reglobalización y se reconfiguran alianzas que provocan cambios, obliga a los gobiernos a anticiparse al futuro a través de estrategias de gobernanza anticipatoria que previene las amenazas, a través de las Comisiones del Futuro.

Gobernanza
Gobernanza anticipatoria, Cepal

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) lanzó el 26 de junio una propuesta para la región: la adopción de la gobernanza anticipatoria para superar los desafíos estructurales y construir un futuro más próspero y sostenible.

Esta iniciativa busca fortalecer las capacidades de los parlamentos para anticipar riesgos y aprovechar oportunidades emergentes, para la toma de decisiones informadas y la formulación de políticas públicas resilientes.

Saltando los problemas

América Latina se encuentra atrapada en un ciclo de desarrollo en el que la Cepal ha identificado tres problemas persistentes: un crecimiento económico bajo, volátil, excluyente y no sostenible; una alta desigualdad con baja movilidad y cohesión social; y las bajas capacidades institucionales y una gobernanza poco efectiva

Estas limitaciones reducen la capacidad de la región para adaptarse y prosperar en el escenario en que se disputan mercados, capitales y alianzas.

Debilidad institucional

De acuerdo a la Cepal, la debilidad institucional en la región es el resultado de una combinación de factores históricos, económicos, sociales y políticos. La baja confianza en las instituciones es un reflejo, el 50% de los latinoamericanos no valoran la democracia en 2024, y la insatisfacción alcanza el 69%.

Instituciones de gobierno, parlamentos y partidos políticos registran niveles de confianza muy bajos, agravado por la percepción de corrupción y la falta de eficiencia en los de servicios públicos.

Sergio Bitar, presidente del Consejo Chileno de Prospectiva y Estrategia, señala que “en los gobiernos predomina una actitud reactiva, donde la gestión cotidiana de urgencias limita la capacidad de anticipar escenarios a largo plazo”.

Por otra parte, para Rodrigo Goñi, presidente de la Comisión de Futuro de la Cámara de Diputados del Uruguay, “el tema del futuro no es un tema de moda, es un tema de primera necesidad”.

Uno de los desafíos es pasar de ser observadores y reactivos, a proactivos frente a riesgos como la inseguridad, ciberataques, la corrupción estructural, la desinformación, la polarización tóxica, el cambio climático y la escalada de conflictos.

Cultura del futuro para elevar calidad

Promover la cultura del futuro dentro de las estructuras del Estado, mediante debates, interacción política entre el Ejecutivo y el Parlamento, coordinación con el sector privado y la ciudadanía, es un principio según la Cepal, para elevar la calidad de la administración estatal, reducir la incertidumbre, generar mejores políticas y preparar al país frente a amenazas estratégicas y existenciales.

De la alerta temprana a la acción en 3 pasos

El Foro Económico Mundial establece tres pasos claros para avanzar hacia una estrategia de gobierno. El primero es anticiparse a las crisis, utilizando herramientas de inteligencia artificial y análisis predictivo para prevenir amenazas como conflictos sociales, pandemias o eventos climáticos extremos. A pesar de los avances, la clave es transformar la alerta temprana en acción temprana institucionalizada a todos los niveles.

El segundo paso es prepararse para los choques, construyendo resiliencia local mediante la inversión en instituciones, cadenas de suministro y redes de seguridad robustas. Esto implica desarrollar infraestructuras resilientes (climáticas, pandémicas) y políticas proactivas para la fuerza laboral frente a la IA.

Finalmente, el tercer paso es invertir en prevención para reducir los factores que impulsan el riesgo sistémico, como la desigualdad o el estrés ambiental, promoviendo economías justas, inclusivas y sostenibles, y fomentando la cohesión social para contrarrestar la polarización y la desinformación.

Comisiones del futuro parlamentarias

Para implementar esta visión, la Cepal propone la creación en algunos países y la consolidación en otros, de las Comisiones del Futuro como espacios estratégicos para preparar tomas de decisión con análisis, proponer diálogos abiertos, aprovechar oportunidades y adaptarse y revertir la desconfianza ciudadana.

Experiencias Exitosas

- Finlandia: Se destaca como líder en estudios de futuro y prospectiva en la Unión Europea; con una estructura fuerte y multinivel integra el Poder Ejecutivo y el Parlamento desde la década de los noventa.

- Singapur: Su Centro para Futuros Estratégicos (CSF) trabaja en la creación de capacidades para la anticipación estratégica, el desarrollo de ideas sobre tendencias futuras y la transmisión a tomadores de decisiones.

- Chile: La Comisión Desafíos del Futuro del Senado, creada en 2011, ha sido pionera en América Latina en abordar temas de futuro, ciencia, tecnología e innovación, buscando salir de la lógica de inmediata y pensar a 30 años plazo.

- Uruguay: La Comisión Especial de Futuros (CEF) del Parlamento, implementada en 2020, se enfoca en temas estratégicos de largo plazo como el cambio tecnológico, climático, demografía e inteligencia artificial, elaborando recomendaciones clave y promoviendo el diálogo.

Paraguay desde 2022, sin hoja de ruta

La Cámara de Diputados de Paraguay también cuenta con una Comisión Especial del Futuro, creada en 2022, y que trata también temas de tecnología, ciencias e innovación, enfocada en planificación estratégica con el objetivo de fomentar una visión a largo plazo en la formulación de políticas públicas y proyectos de ley.

La Comisión enfrenta el desafío de consolidar su rol y asegurar que sus aportes se traduzcan efectivamente en políticas públicas concretas y la articulación con otras comisiones legislativas y con el Poder Ejecutivo.

Actualmente la comisión discute la regulación de la inteligencia artificial; sin embargo, aún en el país no existe una ley de transformación digital, protección de datos y ciberseguridad aprobada.

No actuar con celeridad en el desarrollo de una gobernanza anticipatoria legislativa conlleva el riesgo de profundizar aún más las brechas de desarrollo y sobre todo perder oportunidades que puede traer el futuro si no estamos preparados.

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