Red de Inversión Ángel se reactiva y busca sumar empresarios paraguayos

Con una renovada estructura y alianzas estratégicas, la Red de Inversión Ángel Paraguay apuesta por acercar a empresarios locales al modelo de capital inteligente, una alternativa que combina retorno financiero, experiencia compartida y apoyo al ecosistema emprendedor.

A diferencia de otras modalidades más impersonales, la inversión Ángel propicia la creación de una comunidad de aprendizaje y colaboración.
A diferencia de otras modalidades más impersonales, la inversión Ángel propicia la creación de una comunidad de aprendizaje y colaboración.

La cultura de invertir en startups aún está dando sus primeros pasos en Paraguay, pero el modelo de inversión Ángel comienza a generar tracción como una nueva alternativa para empresarios y ejecutivos que desean diversificar su capital, conectarse con el mundo de la innovación y acompañar el crecimiento de nuevos negocios.

En ese contexto, la Red de Inversión Ángel Paraguay (RIAP) reactivó sus actividades en 2024 tras una pausa prolongada. Hoy, con una nueva dirección y el respaldo de alianzas internacionales, la organización apuesta con fuerza por transformar la forma en que se financia la innovación en el país y, al mismo tiempo, por involucrar a más actores del ecosistema empresarial local en este proceso.

¿Qué es la inversión Ángel y por qué puede atraer a empresarios?

La inversión Ángel es una modalidad que permite a personas naturales —por lo general empresarios, ejecutivos o profesionales con experiencia— invertir su capital en startups que ya cuentan con cierto grado de validación; es decir, tienen ingresos, clientes y potencial de crecimiento. A cambio de ese financiamiento, el inversionista recibe una participación accionaria.

Sin embargo, el verdadero diferencial del modelo está en el “capital inteligente”. Además del dinero, los inversionistas aportan su conocimiento del mercado, sus redes de contacto y su visión estratégica para fortalecer a los emprendedores. Esa lógica de involucramiento, más cercana y colaborativa, convierte a la inversión Ángel en una oportunidad atractiva para quienes buscan no solo retorno financiero, sino también un rol activo en el desarrollo de nuevos negocios.

“En otros países esta cultura ya está muy arraigada. Acá todavía falta trabajar en el cambio de mindset, pero ya estamos viendo avances importantes”, explicó Valeria Rodríguez, directora ejecutiva de la RIAP, al señalar el potencial que tiene el modelo en Paraguay si se logra acercar a más empresarios interesados en apoyar proyectos emergentes.

Modelo y alianza con México

Uno de los hitos más recientes de la red fue la firma de una alianza con AngelHub México, un club de inversionistas con amplia experiencia en América Latina. Este acuerdo —formalizado en enero de este año— permitió a la RIAP incorporar mejores prácticas, herramientas y una red internacional de apoyo que fortalece tanto a inversionistas como a emprendedores.

El año pasado nos enfocamos en ordenar la estructura legal y operativa de la red, y comenzamos a construir alianzas estratégicas. La más importante fue con AngelHub de México, un club de inversionistas con experiencia y operación sólida, que ahora trabaja junto a nosotros en Paraguay”, detalló Rodríguez.

Desde entonces, la red trabaja activamente en la ampliación de su comunidad de inversionistas paraguayos, a través de eventos, capacitaciones y encuentros de networking.

Una vía para diversificar el capital

En un país donde el mercado de capitales aún es incipiente, pero pujante, y las opciones tradicionales de inversión se concentran en bienes raíces, depósitos o bonos, el modelo Ángel aparece como una alternativa novedosa y con impacto directo en la economía real. Para muchos empresarios, puede significar una vía de diversificación controlada, con montos accesibles y posibilidad de elegir qué tipo de emprendimientos acompañar. Esa flexibilidad es clave para atraer un perfil empresarial que valora tanto el riesgo controlado como el impacto.

“Queremos que más personas entiendan cómo funciona, que pierdan el miedo y se animen a invertir”, subrayó Rodríguez. La red ofrece programas de formación para nuevos inversionistas, en los que se enseña desde cero cómo evaluar oportunidades, en qué fijarse antes de invertir y cómo acompañar de manera estratégica el crecimiento de una startup.

Además, la RIAP facilita el contacto directo con emprendedores que buscan financiamiento y asesora tanto a startups como a inversionistas en el proceso de estructuración de las rondas de inversión.

Valeria Rodríguez, directora ejecutiva de la RIAP.
Valeria Rodríguez, directora ejecutiva de la RIAP.

Comunidad, conocimiento y retorno

A diferencia de otras modalidades más impersonales, la inversión Ángel propicia la creación de una comunidad de aprendizaje y colaboración. “Hoy, los emprendedores que se acercan a la red no solo encuentran capital, sino una comunidad comprometida. Y del otro lado, los inversionistas aportan mucho más que dinero: ofrecen una red, visión y experiencia”, señaló Rodríguez.

Desde la organización destacan que el ecosistema emprendedor paraguayo ha madurado en los últimos años, y que ya existen proyectos con tracción suficiente como para captar capital privado en etapas tempranas. “Esto genera un círculo virtuoso que impulsa la innovación y la generación de empleo en el país”, agregó.

Sumatoria y participación

Con ese marco de apoyo activo, la Red busca ampliar su comunidad y generar mayor participación, tanto de potenciales inversionistas como de emprendedores. Para ello, ha habilitado un sistema de inscripción accesible, tanto para quienes quieren invertir como para quienes buscan apoyo para escalar sus proyectos.

“La red está abierta a quienes tengan ganas de apoyar lo que viene. No es necesario ser experto: tenemos programas de formación para quienes recién empiezan. Lo importante es animarse”, concluyó Rodríguez.

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