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De la inteligencia artificial generativa y de la creación de contenidos a la toma de decisiones. A diferencia de los chatbots, los agentes de la IA operan fuera del chat y pueden navegar por múltiples aplicaciones, programar reuniones, realizar compras o reservas en línea. ¿Cuánto control estamos dispuestos a ceder?
A diferencia de los chatbots, la IA General puede actuar de forma autónoma, teniendo la capacidad de realizar tareas percibiendo e interpretando los datos de su entorno, razonando sobre la base de la información recopilada y gestionando acciones adecuadas para alcanzar objetivos e influir en el entorno.
Donald Trump y otros líderes tech, a través del programa Stargate, con una inversión comprometida de US$ 500.000 millones, buscan emular la inteligencia humana en una máquina que tenga la capacidad de comprender, aprender y resolver tareas, igual o mejor que un ser humano.
De los chatbots conversacionales a los agentes autónomos
El desarrollo de los modelos de lenguaje generativo ha representado un avance en el campo de la inteligencia artificial. Sin embargo, la evolución hacia sistemas más sofisticados, denominados agentes o inteligencia artificial general, está redefiniendo los paradigmas de la interacción entre el hombre y la máquina.
Estos sistemas avanzados trascienden las capacidades de procesamiento lingüístico para ofrecer funcionalidades autónomas y gestionar independientemente.
Operación de la IA agenética
Los agentes de inteligencia artificial son sistemas computacionales que tienen la capacidad de percibir su entorno mediante sensores digitales, procesar información mediante algoritmos avanzados y ejecutar acciones específicas para lograr objetivos predefinidos.
Están compuestos por módulos de percepción multimodal, potentes sistemas de procesamiento y análisis de datos, mecanismos de toma de decisiones autónoma e interfaces de ejecución de tareas.
Las principales diferencias con los chatbots tradicionales es que se basan en sistemas multiagente, tienen razonamiento estratégico (no proceso lingüístico), toman decisiones de forma autónoma (no solo flujos conversacionales), alcanzan integración de ecosistemas empresariales (no APIs simples) y su escalabilidad es vertical (no horizontal).
Perspectivas futuras
La transición de los sistemas conversacionales a los agentes autónomos representa un cambio importante en la aplicación empresarial de la inteligencia artificial en los diferentes sectores.
Estos desarrollos permiten a las empresas la automatización de procesos complejos, optimizar la toma de decisiones, incluso en tiempo real en entornos dinámicos como los financieros o atención al cliente, y la personalización de servicios a escala, tomando en cuenta que pueden manejar grandes volúmenes de tareas simultáneamente.