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Entre los principales componentes de estas operaciones se encuentran: las acciones, que son títulos que representan una parte del capital de una empresa; los bonos, instrumentos de deuda emitidos por instituciones públicas o privadas; los títulos de crédito, que documentan una obligación de pago a plazo.
Además, se encuentran las cuotas de participación, que corresponden a inversiones en fondos comunes; los reportos, acuerdos de recompra de valores a corto plazo, y los derivados, que son contratos cuyo valor depende del comportamiento de otros activos.

De acuerdo con datos del Banco Central del Paraguay (BCP) y de la Bolsa de Valores de Asunción (BVA), se puede observar que el total de las operaciones ha seguido una tendencia creciente desde enero de 2018 hasta marzo de 2025. A partir del 2020 se produce un salto significativo en los volúmenes negociados, coincidiendo con una mayor participación de reportos y una diversificación de instrumentos transados. Desde enero de 2021, las operaciones mensuales comienzan a superar consistentemente G. 1,00 billón y, a partir de mediados de 2022, se consolidan por encima de los G. 2,00 billones.

Durante el 2023, se verifica un significativo incremento, destacándose el pico de diciembre con un total de G. 5,37 billones. Este dinamismo continúa en 2024, con varios meses superando los G. 4 billones, y un nuevo máximo histórico en diciembre, de G. 6,89 billones. Finalmente, en los primeros meses de 2025, los niveles se mantienen elevados, con G. 4,43 billones a marzo, lo que refleja una consolidación de la actividad bursátil en el país.
Al analizar la evolución de los instrumentos por separado, considerando desde el 2022 hasta enero de 2025, se observa que en la última fecha mencionada los reportes en guaraníes fueron los de mayor volumen, alcanzando un valor aproximado de G. 21,55 billones en 2024, seguidos por los reportos en dólares con más de G. 15,58 billones. En 2023, estas operaciones también representaron los montos más altos, reflejando su relevancia en la estructura del mercado bursátil. En tanto que, los bonos negociados en moneda local registraron un fuerte crecimiento en 2023 y 2024, superando los G. 9,89 billones en este último año. Las acciones mostraron una variabilidad importante, con un notable repunte en 2024, que alcanzó G. 1,29 billones. En cuanto a los bonos en dólares, se mantuvieron relativamente estables, mientras que los derivados fueron relevantes únicamente en 2022, con más de G. 215.051 millones, y desaparecieron en los años siguientes.
Esta desagregación por instrumento permite comprender mejor qué activos impulsan el crecimiento de la bolsa paraguaya y cómo evoluciona la preferencia de los inversionistas en función del contexto económico y financiero.
Transacciones con respecto al PIB

Al observar la relación de las operaciones del mercado de capitales y el producto interno bruto (PIB), se evidencia un crecimiento sostenido hasta 2024. En 2018, las transacciones representaban el 0,02% del PIB, mientras que en 2024 alcanzaron el 0,15%, lo que demuestra una mayor penetración en la economía nacional.
El volumen total de operaciones en 2024 fue de aproximadamente G. 51,58 billones, con un tipo de cambio promedio de G. 7.810 por dólar, lo que representó a US$ 6.604 millones. Esta tendencia positiva indica una creciente relevancia del mercado de valores en Paraguay como canal de financiamiento e inversión.
Además, el crecimiento de las operaciones respecto al PIB refleja una mayor confianza en los instrumentos financieros y un entorno cada vez más favorable para la inversión. Por tanto, el análisis pone de manifiesto el desarrollo que ha tenido la Bolsa de Valores de Asunción (BVA) como uno de los actores claves dentro del sistema financiero nacional. También, el aumento en el volumen negociado, tanto en términos absolutos como relativos al PIB, resalta la consolidación del mercado de capitales como una alternativa para canalizar recursos y promover la inversión privada.
De hecho, el dinamismo observado en años recientes está estrechamente vinculado con el comportamiento de instrumentos clave.
Por un lado, el predominio de los reportos, tanto en guaraníes como en dólares, indica una preferencia por instrumentos de corto plazo con menor riesgo. Por otro, el aumento en la negociación de bonos sugiere un avance en la participación institucional y en las oportunidades de financiamiento para empresas.
En particular, los bonos en guaraníes muestran una trayectoria ascendente que evidencia la consolidación del mercado local de deuda. Asimismo, el comportamiento de las acciones, aunque más irregular, aporta señales importantes sobre la percepción de riesgo y confianza de los inversionistas en el entorno económico local.
El repunte en 2024 podría estar vinculado a expectativas favorables respecto al desempeño de ciertas empresas emisoras, a una mejoría en la coyuntura macroeconómica, o a mayores incentivos para la inversión bursátil. En contraste, la desaparición de los derivados después de 2022 plantea interrogantes sobre las condiciones para operar instrumentos más complejos, lo cual puede estar asociado a regulaciones, baja demanda o riesgos percibidos.
Lo expuesto también sugiere que las políticas orientadas a mejorar la transparencia, liquidez y diversidad de instrumentos están dando resultados. Aunque el mercado aún presenta desafíos, como la necesidad de ampliar la base de emisores y fortalecer la educación financiera, los datos reflejan una tendencia estructural positiva que puede sostenerse en el mediano y largo plazo.
Mantener esta tendencia requerirá un esfuerzo conjunto entre los actores públicos y privados para seguir consolidando la confianza, la regulación eficiente y la participación ciudadana en este espacio de relevancia dentro del sistema financiero nacional.
Canaliza
La consolidación del mercado de capitales es una alternativa para canalizar los recursos y promover la inversión privada.
Mercado
Los bonos en guaraníes muestran una trayectoria ascendente que evidencia la consolidación del mercado local de deuda.
