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Con la popular hamburguesa Big Mac, que se vende de forma estandarizada en 120 países del mundo, a través de 40.000 tiendas, la prestigiosa revista británica The Economist, analiza las diferencias de valor de 52 monedas en su Índice Big Mac, una herramienta informal para comparar el tipo de cambio entre países.
Desde 1986 The Economist publica este ejercicio, argumentando que un mismo bien debería costar igual en diferentes lugares del planeta si los mercados fueran eficientes y sin distorsiones cambiarias. En este caso el precio de la hamburguesa en Estados Unidos es de US$ 5,79 mientras en Paraguay es de US$ 3,26.
De acuerdo con la publicación de 2025, que no incluye a Paraguay, seis son los países con monedas sobrevaluadas en relación con el dólar: franco suizo 38%, peso argentino 20,1%, peso uruguayo 19,3%, corona noruega 15,3%, euro con el 2,3% y el colón de Costa Rica con el 1,9%.

Peso argentino, la moneda más sobrevaluada
En la última edición de este año el peso argentino se ha posicionado como la moneda más sobrevalorada en la región con el 56,7% con relación al dólar, seguido por Uruguay con el 48,3%. Mientras en el otro extremo aparecen como monedas subvaluadas frente al dólar países como Chile con el -3,1% y México con el -0,7%.
Una Big Mac cuesta un 20,1% más en Argentina (US$ 6,95) que en Estados Unidos (US$ 5,79) al tipo de cambio del índice. Considerando las diferencias en el PIB per cápita, una Big Mac debería costar un 23,4% menos. Esto sugiere que el peso argentino está sobrevaluado en un 56,7%.
Una Big Mac en Uruguay (US$ 6,91) cuesta un 19,3% más que en Estados Unidos y, al contrario, debería valer un 19,5% menos, es decir el peso uruguayo está sobrevaluado en un 48,3% .
Una Big Mac en México cuesta un 20,5% menos (US$ 4,60) que en Estados Unidos, y según el indice debería costar un 20% menos, arrojando como resultado que el peso mexicano está un 0,7% infravalorado.
La hamburguesa producida con los mismos ingredientes, doble carne vacuna, salsa especial, lechuga, queso, pepinillos, cebolla y un pan con semillas de ajonjolí, sirve como producto para analizar el valor de las monedas, convirtiéndose en un modelo económico no formal, sino una manera sencilla de saber si las monedas están sobrevaloradas o subvaloradas.

Cómo funciona el Big Mac
El ejercicio consiste en dividir el precio de cada hamburguesa en cada país, con el precio en Estados Unidos, para así obtener la teoría de los tipos de cambio de forma más sencilla, logrando un indicador simplificado del poder adquisitivo de un país. La herramienta puede ser precisa en la predicción de tipos de cambio a largo plazo.
La paridad del poder adquisitivo implica que los tipos de cambio están determinados por el valor de los bienes que las monedas pueden comprar. Las diferencias en los precios locales pueden sugerir cuál debería ser el tipo de cambio.
En el ejercicio se usa la hamburguesa como producto comparable y que se consume a nivel mundial, y se puede estimar cuánto está subvaluada o sobrevaluada una moneda en relación con otra.

Big Mac paraguayo
Para Paraguay, el índice resalta que, pese a un tipo de cambio estable, el menor precio de la Big Mac refleja menor costo de vida pero también menor ingreso promedio frente a economías más desarrolladas. A la fecha, la hamburguesa se comercializa en el mercado a G. 26.000, al cambio actual su valor es de US$ 3,26.
Con el Big Mac a 26.000 guaraníes y un dólar a G. 7.970, el guaraní está un 43,7% más barato que lo que sugiere su poder adquisitivo frente al dólar, según la teoría de la paridad. Esta brecha refleja desafíos económicos, pero también hace al país más competitivo en turismo y exportaciones.
Si un país tiene una hamburguesa cara y sueldos altos, podemos hablar de que no existe un desequilibrio, como el caso de Suiza, que está primero en el ranking, un país cuyo PIB per cápita supera los US$ 100.000, Estados Unidos US$ 86.601, mientras en Argentina es de US$ 12.800 y en Paraguay se proyecta un ingreso para 2025 de US$ 7.333.
Desafíos de Paraguay
A pesar de un crecimiento económico del 4% en 2024, la inflación en bienes alimenticios alcanzó casi el 10%, disminuyendo el poder adquisitivo ciudadano. Para el 2025, se espera una inflación general controlada de 3,5%, lo que permitirá una mejora en el ingreso per cápita de US$ 7.333 y para el 2026, se proyecta US$ 7.883, con un crecimiento económico país del 3,8%.
El dinamismo del consumo privado ha sido la clave para el crecimiento económico, junto con el aporte de sectores como servicios, manufactura y construcción. La economista de Banco Atlas, Patricia Goto, confirmó que para este 2025 se mantendrá el crecimiento económico en el país con una proyección del 3,8%, y crecerá de la mano del sector primario que sigue siendo el “motor de la economía”.
Para la experta, algo por destacar es que ‒a pesar de la sequía que golpeó al sector agronegocios‒ la economía nacional no se resintió. Esta reacción se puede interpretar como una muestra más amplia de la composición de la matriz productiva que abre opciones para el crecimiento de la economía nacional.
Goto destacó que para el 2025 se espera el crecimiento de varios sectores como la energía, servicios, gastronomía y turismo, construcción, intermediación financiera y manufactura. Estas industrias se proyectan con una opción interesante al alza, desde el 3,9% al 8,7%, respectivamente.

La suba del dólar, la inflación y las tasas internacionales, son elementos que hay que tomar en cuenta en el análisis global y el posible impacto en la economía local.
Según el Banco Central del Paraguay (BCP), se proyecta una inflación de 3,5%. La tasa de política monetaria, que se ha sostenido en el 6%, seguirá siendo un pilar de estabilidad económica, aunque muy dependiente de las políticas restrictivas de la Reserva Federal de Estados Unidos, que ahora vive un momento de incertidumbre. Respecto al ámbito fiscal, se espera que el déficit alcance el 1,9% del PIB en 2025, con una reducción al 1,5% en 2026, en el marco de la Ley de Responsabilidad Fiscal.
Según el economista Miguel Yegros, desde 1990, el guaraní ha perdido 4,28 veces su poder adquisitivo. Si la comparación se realiza con el año 2000, la caída es de 2,12 veces y respecto al 2014, la reducción es de 1,29 veces. De acuerdo al economista, el salario mínimo actual de G. 2.798.309 equivale realmente a G. 654.465 en términos de su valor de 1990, y compra aproximadamente la misma cantidad de bienes y servicios que el salario mínimo del año 2000, cuando era de G. 680.186.
