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Las empresas paraguayas están evolucionando hacia modelos de negocio más sostenibles y con un mayor impacto positivo. Sin embargo, aún enfrentan desafíos como la rotación de personal y la equidad de género. Las Empresas B, por su parte, han demostrado que es posible transformar estos retos en oportunidades mediante prácticas empresariales responsables y comprometidas con el bienestar de las personas y el medioambiente.
Construyendo entornos laborales sostenibles
Uno de los grandes desafíos del sector empresarial es la alta rotación de personal, un problema que impacta directamente en la productividad, la moral del equipo y los costos operativos de una organización. Diversos factores contribuyen a este fenómeno, entre ellos la falta de oportunidades de crecimiento profesional, condiciones laborales poco atractivas y una cultura organizacional que no prioriza el bienestar de los colaboradores. Cuando estos no encuentran incentivos para desarrollarse dentro de una empresa, la motivación disminuye y, con el tiempo, buscan nuevas oportunidades en otros lugares.
En este contexto, la Evaluación de Impacto B se convierte en una herramienta de gestión clave para ayudar a las empresas a mejorar su relación con los trabajadores y fomentar una mayor permanencia. A través de principios, las empresas pueden crear entornos más sostenibles y atractivos para sus trabajadores, promoviendo su permanencia y generando una cultura corporativa basada en la transparencia, la inclusión y el bienestar general.
Esta evaluación mide aspectos fundamentales como la integridad financiera, el bienestar, la salud, la seguridad, el desarrollo profesional, el compromiso y la satisfacción de los empleados. Preguntas como: “¿Qué porcentaje de empleados ha sido ascendido en los últimos 12 meses?” o “¿Cuántos trabajadores tienen acceso a planes de salud proporcionados por la empresa?”, permiten a las organizaciones evaluar y fortalecer sus políticas internas.
Equidad de género: un compromiso necesario
En la semana de la mujer paraguaya, es necesario hablar de las brechas e inequidades que al día de hoy, y pese a los avances, persisten en el ámbito laboral. Las Empresas B han demostrado que fomentar la diversidad y la inclusión no solo es un compromiso social, sino también una estrategia de crecimiento sostenible.
La implementación de políticas de igualdad y la promoción de liderazgos femeninos generan entornos laborales más justos y equitativos, donde la participación activa de mujeres impulsa la innovación y el desarrollo.
Marzo: celebrando el impacto empresarial
Marzo es el “Mes de las Empresas B”, una oportunidad más que relevante para reflexionar sobre la importancia de los negocios con propósito. En Paraguay, el crecimiento de la Comunidad de Empresas B es una señal de que el sector privado está evolucionando hacia un futuro más sostenible y comprometido con el bienestar común.
El desafío es seguir promoviendo el compromiso de más actores y demostrar que la rentabilidad puede ir de la mano con la sostenibilidad y la equidad. Las Empresas B están trazando el camino hacia una nueva economía donde el éxito se mide no solo en cifras, sino en el bienestar que generan para todas las personas, comunidades y el planeta.
*Directora ejecutiva de Sistema B Paraguay.
