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Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, lo dijo y muy claro en su discurso de apertura del foro de Davos: “El mundo de hoy sigue estando tan conectado como siempre, pero también ha comenzado a fracturarse a lo largo de nuevas líneas”.
Por su parte, los economistas consultados en el último Informe de Perspectivas de los Economistas Jefe del Foro Económico Mundial, prevén un año turbulento: el 56% de ellos esperan que la economía se debilite y un 17% pronostican una leve mejora con amenazas bien marcadas y riesgos de fragmentación.
El aumento de la deuda, la inflación, las medidas proteccionistas y el inicio agitado con los cambios en la política de Estados Unidos, generan inquietudes en la crecida de los volúmenes de comercio mundial.
Los economistas predicen tasas de crecimiento desiguales de una región a otra en 2025. Europa sigue siendo la región más débil por tercer año consecutivo, se proyecta que el impulso económico de China se desacelere debido a una demanda moderada y menor productividad, el sur de Asia seguirá destacándose con un crecimiento muy fuerte, según el 61% de los economistas consultados.
La inflación global continúa disminuyendo, impulsada principalmente por las economías avanzadas, en todas las regiones, excepto en China, que sigue enfrentando presiones deflacionarias. Sin embargo, tras los acontecimientos sucedidos en Estados Unidos, este país lidera las expectativas de inflación.
El efecto Trump
El 61% de los economistas caracteriza el impacto de las políticas de Estados Unidos sobre la economía global como un cambio a largo plazo y cambios importantes en áreas como comercio, migración, desregulación, política fiscal y política industrial.
Hay sólidas perspectivas para el crecimiento de Estados Unidos en 2025 con una expectativa de estímulo a corto plazo y un aumento de los salarios; sin embargo, de la mano pueden venir riesgos de aumento en los niveles de deuda pública y una inflación más alta.
De acuerdo al informe del Foro Económico Mundial, si se implementa la agenda de campaña de Trump esto podría significar un cambio respecto a la política económica actual.
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Integración global bajo presión
Además de las perspectivas de crecimiento, el informe revela presiones crecientes sobre la interconexión económica mundial. El 94% de los economistas consultados predicen una mayor fragmentación del comercio de bienes en los próximos tres años, mientras que el 59% espera que el comercio de servicios siga un camino similar.
También se anticipa un aumento de las barreras a la movilidad laboral y a las transferencias de tecnología y datos. El sector financiero se destaca como una excepción, el papel de los flujos financieros transfronterizos en las economías modernas es crucial.
Un mundo menos globalizado
La crecida de la fragmentación que destaca el informe puede ocasionar el incremento de los costos para consumidores y empresas, así como complicar la colaboración para atender los desafíos que exige el cambio climático.
El 90% de los encuestados consideran que las disputas geopolíticas promueven la fragmentación, y la rivalidad estratégica entre Estados Unidos y China se ubica en el centro de esta dinámica, no dejando de lado otros conflictos geopolíticos como las relaciones con la Unión Europea. Estas disputas promueven una mayor regionalización de las cadenas de suministro y aumento del proteccionismo.
El proteccionismo alterará el comercio
El sistema de comercio global está bajo amenaza porque se anticipa una guerra comercial de restricciones entre Estados Unidos y China de acuerdo al 89% de los economistas consultados, de manera más general lo perciben el 68% y el 48% también prevén un aumento en los volúmenes de comercio global en 2025, según datos del informe.
El informe identifica el proteccionismo como el elemento clave que impulsará transformaciones en el comercio global; los conflictos, las sanciones y la seguridad nacional, también harán lo suyo de acuerdo al 82% de los encuestados que diagnostican una mayor regionalización del comercio en los próximos tres años.