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El tereré es más que una bebida en Paraguay: es una tradición arraigada en la cultura y el día a día de la gente. Sin embargo, la preparación tradicional del remedio yuyo o “pohã ñana” para acompañarlo presenta ciertos desafíos, como la disponibilidad de ingredientes frescos, la higiene y la practicidad. Yuko, una empresa fundada por Carlos Becker y Laura Benítez, se propuso revolucionar la manera en que se disfruta el tereré, ofreciendo una solución innovadora y conveniente.
Orígenes y propósito
La inspiración para Yuko nació de la experiencia personal de sus fundadores cuando vivían en el exterior y extrañaban el sabor y los beneficios de los yuyos frescos. “Decidimos crear un producto que mantuviera la esencia de esta tradición, pero con un enfoque más práctico e higiénico”, comenta Becker. La necesidad de adaptar una costumbre centenaria a un estilo de vida urbano y moderno se convirtió en la razón de ser de Yuko.
Uno de los principales obstáculos que identificaron en el mercado era la dificultad de conseguir yuyos frescos de calidad y la preocupación por la higiene en su consumo. “Muchas personas no tienen tiempo de ir al mercado todos los días a comprar yuyos o no confían en su procedencia”, explica Benítez. Así, Yuko se estableció con el objetivo de ofrecer una alternativa que combinara autenticidad y practicidad.
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Estrategia y crecimiento
Introducir un nuevo formato de producto en un mercado tan tradicional como el del tereré no fue una tarea sencilla. “Uno de los principales desafíos fue educar al consumidor sobre este nuevo formato de producto. Tuvimos que demostrar que nuestros extractos líquidos mantenían las propiedades y el sabor de los yuyos frescos”, señala Becker. El desarrollo de la fórmula ideal tomó un año de investigación, con la participación de una tecnóloga en alimentos y un ingeniero químico.
En cuanto a la distribución, Yuko inició su comercialización a través de redes sociales y delivery, expandiéndose luego a tiendas especializadas hasta llegar a cadenas como Biggie. “Hoy en día contamos con nuestra tienda online: remedioyuyo.com.py, donde los clientes pueden suscribirse para recibir sus productos en casa y personalizar sus propias etiquetas”, destaca Benítez.
El crecimiento de la marca no se detiene en Paraguay. La empresa ya ha realizado exportaciones a Nueva York, donde la comunidad paraguaya ha recibido con entusiasmo el producto, mientras planean seguir expandiéndose. “Vemos un gran potencial en mercados internacionales, comenzando por Nueva York y, en el futuro, España”, adelanta Becker
Innovación y desarrollo
La selección de las combinaciones de hierbas en Yuko es un proceso que armoniza la sabiduría tradicional con la investigación científica. “Trabajamos con ingenieras agrónomas para desarrollar mezclas que sean efectivas y agradables al paladar. Además, tomamos en cuenta el feedback de nuestros clientes, quienes tienen combinaciones personalizadas que consumen desde hace años”, explica Benítez.
El compromiso con la calidad y trazabilidad de los ingredientes es una de las bases del negocio. “Cultivamos nuestras propias plantas en Atyrá y nuestro laboratorio cumple con todos los estándares de Dinavisa. Parece difícil de creer, pero logramos traer la tradición del remedio yuyo con un estándar farmacéutico de calidad, higiene y practicidad”, afirma Becker.
Si bien el extracto líquido es su producto estrella, Yuko ha diversificado su oferta con la creación de una línea de jabones naturales premium llamada HAPO, cuyo nombre significa “raíces” en guaraní. “Son jabones ultranaturales que cumplen con los estándares del mercado internacional”, destaca Benítez.
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Mercado y perfil
El cliente típico de Yuko es, en su mayoría, un consumidor urbano de entre 25 y 45 años, apasionado por el tereré y en busca de practicidad, aunque el producto está dirigido a todo público. “El consumidor de Yuko es el adicto al tereré de verdad, lo toma a toda hora y para ellos nuestro producto es una especie de salvación”, describe Becker.
Las estrategias de marketing más efectivas han sido el “boca en boca” y las pruebas gratuitas. “Cada tanto, regalamos botellas a nuevos clientes. Cuando prueban, ya no hay vuelta atrás”, asegura Benítez. Además, Yuko ha logrado diferenciarse de las hierbas secas vendidas en mercados gracias a su mayor nivel de higiene y comodidad. “Las hierbas secas no son competencia directa, porque el consumidor de tereré no suele usarlas. Nuestra competencia real es la planta fresca vendida en la vía pública”, explica Becker.
Finanzas y escalabilidad
El inicio del negocio fue financiado con una inversión de US$ 15.000, en promedio, producto de ahorros personales, complementada con un pequeño apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a través del programa Proinnova. “Hoy, después de dos años, Yuko es 100% rentable y autosustentable, vendiendo aproximadamente 20.000 botellas al mes, con proyecciones de llegar a 100.000 para fin de año”, destaca Benítez.
La mayor inversión realizada hasta la fecha ha sido la construcción de su nueva planta y laboratorio, con un costo estimado de US$ 50.000. “Esto nos permitió aumentar la capacidad de producción y cumplir con los estándares más altos de calidad”, explica Becker.
Visión de futuro
De cara a los próximos cinco años, Yuko busca consolidarse como líder en el mercado de bebidas funcionales en Paraguay y expandirse a nuevos países. “Nuestro siguiente gran paso es consolidar nuestra expansión en el mercado nacional y fortalecer las exportaciones a España”, adelanta Benítez.
Con un modelo de negocio sustentable, un producto innovador y una estrategia de crecimiento clara, Yuko está redefiniendo la manera en que los paraguayos disfrutan de su tereré, manteniendo viva una tradición, pero adaptándola a las exigencias de la vida moderna.