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La evolución de los canales de venta de productos de consumo masivo han tenido en Paraguay un desarrollo importante en los últimos años. Los diferentes formatos, desde cercanía hasta superficies medianas y grandes, han moldeado los hábitos de consumo; cada uno con su estrategia, su especialidad, sus promociones y su público objetivo. Todos han contribuido a una mayor oferta para el consumidor, a quienes nos debemos.
Sin embargo, me gustaría referirme a lo que hay más allá del consumo, de las ventas y de los números, y relatar de manera resumida cuál es el aporte de estos a su comunidad, a las prácticas responsables, a la formalización de la economía y al empleo formal.
La manera en que cada locación de supermercado contribuye e interactúa con su comunidad es amplia, ubicándose en lugares estratégicos y facilitando el acceso a productos básicos con ahorro de tiempo y esfuerzo para los consumidores. La compra de productos locales contribuye al desarrollo de la comunidad, promoviendo el ahorro logístico y menos emisiones, fortaleciendo los eslabones de abastecimiento de las industrias y comercios locales, y creando un círculo virtuoso en la economía local.
Las prácticas responsables son hoy un eje central en las operaciones de los supermercados. La reducción de residuos, el reciclaje, la economía circular y la disminución de desperdicios son, finalmente, una sumatoria de estrategias para ser más amigables con el ambiente y contribuir de manera positiva al bienestar de nuestras comunidades.
El dinamismo del sector, así como lo complejo y amplio de sus actividades, hacen que la contribución en términos de formalización de la economía local sea realmente enorme. El establecimiento de relaciones comerciales con empresas locales actúa como un filtro para el ingreso de productos con registros sanitarios, siendo el principal nexo entre el productor local y el consumidor final.
La generación de empleo es el más importante de los aportes a la comunidad local. La diversidad de perfiles en áreas operativas, especializadas, administrativas y comerciales permite la inclusión de personas de distintos niveles de educación, talento y experiencias, teniendo un enorme impacto en su comunidad. En cuanto al empleo indirecto, las actividades de un supermercado generan gran demanda de productos y servicios que impulsan la creación de empleo en otros sectores. Hoy, los asociados a la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu) emplean de forma directa a unas 28.000 personas y a unas 84.000 de manera indirecta con sus operaciones, siendo este el mayor sector aportante al Instituto de Previsión Social (IPS) en el país.