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El diputado cartista y presidente de la Asociación Nacional Republicana (ANR) desapareció del mapa político de un día para el otro, y la versión oficial que se manejó es que lo aquejaba un problema de salud, por lo que tuvo que viajar a Brasil a tratarse en el Hospital Sirio-Libanés, en São Paulo.
Pese a los intentos de averiguarlo, los detalles específicos sobre la afección que padecía se manejaron herméticamente en su círculo más cercano, y lo máximo que se pudo filtrar era que sufría una dificultad relacionada a la sangre.
Se especuló incluso sobre una gravedad preocupante en su estado, hasta que finalmente este martes, tras meses de ausencia en el país, Alliana rompió el silencio y habló abiertamente del diagnóstico que le tomó por sorpresa el 22 de diciembre del año pasado, cuando estudios le revelaron que tenía leucemia.
Aclarando que regresó a Paraguay solo por 10 días y con un permiso especial de los médicos, que implica tener sumo cuidado con estar en ambientes muy concurridos y evitar el estrés, Pedro Alliana contó que se sometió a un total de seis sesiones de quimioterapia y que aún le queda una. Para este último paso es que debe volver a viajar por 15 días al Brasil y después, si todo sale según lo espera, ya podría pasar más tiempo en Paraguay, pues solo iría al país vecino para controles.
El legislador de 45 años relató que sus malestares comenzaron el 20 de diciembre, con un sangrado de nariz y un cansancio que le dio la impresión de estar a punto de engriparse.
Al día siguiente, le aparecieron moretones en el cuerpo, y eso comenzó a llamar su atención. Cuando notó que le salían algunas petequias (manchas rojas) en la piel, decidió hacerse análisis inmediatamente.
“El sábado 22 de diciembre a la noche me dieron los resultados en Pilar, porque yo ya estaba ahí para pasar las fiestas con la familia. Automáticamente los médicos de mi ciudad y una prima médica de Asunción a la que le pasé por WhatsApp los resultados, me dijeron que venga urgente a la capital. Vine esa madrugada, me hicieron más estudios y el 24 el doctor enseguida me diagnosticó leucemia, una leucemia bastante agresiva”, recordó Pedro Alliana en la entrevista radial.
Cuando llegó a Brasil, el panorama no era para nada alentador. El diputado tenía agentes cancerígenos en el 84% de su cuerpo y empezó el tratamiento el 26 de diciembre, con tres quimioterapias de seguido a lo largo de cinco días de internación, durante los cuales, contó, le inyectaban por dos horas cada día.
“Luego entra una etapa donde te bajan las plaquetas, las defensas, te limpian la médula y esperás a que tu organismo empiece a funcionar de vuelta”, explicó el legislador.
Actualmente, cuenta que está en una etapa que los médicos llaman “de consolidación de la médula”, en la que, después de la penúltima quimio, se debe recuperar y descansar para ir a hacer la última, siempre cuidándose estrictamente, pues no le debe tomar ninguna infección.
Con el difícil tratamiento contra la leucemia no terminó el calvario. Además, las complicaciones le llevaron a sufrir un infarto del miocardio, que fue detectado a tiempo y le colocaron un stent.
Ese infarto le costó permanecer 11 días en terapia, y luego vino una infección en el oído, que no fue menor. “Todos son problemas que acarrea el cuerpo con bajas defensas por la enfermedad”, señaló.
El titular de la ANR asegura que hoy su médula ya no genera ningún tipo de células cancerígenas, “pero hay que controlar”. “Según los médicos, yo vine de Brasil sano. Los médicos creen que en un 95% no necesitaré trasplante de médula porque la mía reacciona bastante bien después de la limpieza. Ganamos varias batallas pero todavía no la dura guerra”, dijo.
Rescató que existe buena perspectiva de que tenga una vida normal, aunque no dejó de reconocer que “los tratamientos son durísimos. Ni me imaginaba que hasta ese punto se tenga que jugar al cuerpo”, afirmó.
Si bien dijo que casi no trabajará en lo relacionado a la política, pues pasará mucho tiempo con su familia, afirmó que mañana miércoles desea asistir a la sesión ordinaria de la Cámara Baja.
“Quiero estar presente en la sesión, aunque tengo muchas restricciones y medicamentos cada dos horas. Estuve 92 días sin ver a mis hijos”, recordó.
Contó por otro lado que si bien le suspendieron el celular el primer mes, luego le autorizaron y se puso al tanto de las publicaciones de nuestro país.
Al consultársele su opinión sobre lo decidido en la convención de la ANR, dijo que no comparte aumentar los años para ser candidato y que le parece “un retroceso”.
“Esta mañana hablé con el doctor Darío Filártiga, presidente en ejercicio del partido. Tendremos una reunión de la comisión ejecutiva y hablaremos con el Tribunal Electoral para ver qué decisión tomar sobre la reunión de convencionales. Tenemos que abrir las puertas a los jóvenes. La antigüedad no es sinónimo de buen coloradismo. Muchos antiguos han traicionado al partido”, opinó el presidente actual de la ANR, en conversación con radio 1020 AM.
Finalizó advirtiendo que no cree “que estén con la conciencia tranquila los que apoyaron esto. Es muy desacertado”, aseveró.