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Al polémico afirmado con filosas piedras, se suma la inquietud por el estado de las pasarelas de madera, con material muy deteriorado por el paso del tiempo y que son un peligro para los camiones que circulan esta vía. Varios de estos puentes están mutilados y apenas se sostienen con clavos y alambre.
Tanto el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones(MOPC) como la gobernación que realiza el pavimento parecen no inmutarse ante esta visible limitación. Sólo algunas pasarelas han sido reemplazadas por la empresa BGF S.A., pero son claramente insuficientes y extremadamente pequeñas para absorber la gran cantidad de agua que se acumula a los costados de la ruta en los días de lluvia.
Tampoco las administraciones comunales han mostrado preocupación a la hora de fortalecer estas estructuras prioritarias para la comunicación de estos distritos, privilegiando la construcción de grandes polideportivos y otras construcciones que se utilizan de manera muy esporádica.
Desde Villalbín al vecino distrito de Cerrito se observan una decena de precarios puentes de madera, de diferentes tamaños y que se sostienen a duras penas. Estas estructuras dan una penosa imagen a este camino que une a importantes poblaciones del sur.
Si las instituciones trabajaran coordinadamente, esta deficiencia podría ser superada en un solo año y hacer que los recursos de las mismas sean invertidos en obras que son una necesidad sentida para los habitantes del duodécimo departamento.
El contraste lo empieza a mostrar la zona norte del Ñeembucú, con la pavimentación de la vía que une Villeta con Alberdi, lo que contempla la instalación de puentes y gran cantidad de alcantarillas celulares, lo que le dará una capacidad de drenaje mayor y seguridad para los que transitan los caminos de la zona.
En los próximos días se confirmará el nombre de la constructora que se encargará de la pavimentación de la vía Pilar - Alberdi, incluyendo un puente de grandes dimensiones sobre el río Tebicuary.