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Anatalia Aranda, directora de Catastro, explicó que es urgente la modificación de la ley para lograr aranceles justos para todos, por ejemplo en las zonas rurales, donde el impuesto puede llegar a los 390 guaraníes la hectárea. Es decir, alguien que tenga 10.000 hectáreas en el Chaco, pagaría 3.900.000 guaraníes de impuestos al año. Asimismo, en la región Oriental, y en las zonas altamente productivas y que están explotadas para la agricultura y la ganadería, los impuestos pueden ser de G. 2.150 la hectárea. En este último caso, una persona que tenga 10.000 hectáreas pagaría 24.500.000 guaraníes al año en impuestos.
La diferencia entre el valor real y el valor fiscal es demasiado, pues es sabido que las tierras sobre todo en zonas como Alto Paraná, Canindeyú, Amambay, se cotizan en cientos o incluso miles de dólares la hectárea. Si alguien tiene la posibilidad económica de tener miles de hectáreas, debe pagar un impuesto justo, señaló Aranda en contacto con la 730 AM.
La directora de Catastro dijo que estos impuestos se cobran en base a un valor histórico que no tiene fundamento técnico, por lo que urge que se revise la ley. Muchas personas por ejemplo pagarán valores más altos en impuestos en zonas urbanas, que quienes poseen miles de hectáreas en zonas rurales.
Varios municipios y departamentos del interior ya se han manifestado sobre esta situación y la necesidad de que se modifiquen los precios, ya que los ingresos de las comunas dependen en gran medida de los impuestos.