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La resolución, que tiene fecha 31 de octubre, pero que salió a luz recién al final de esta jornada, establece que los funcionarios que trabajan en las Redes Integradas e Integrales de Servicios de Salud (RIIS) estarán obligados a tratar a las personas trans con el nombre social con el que ellas se identifican, anexando el apellido que se registra en su cédula de identidad civil.
La doctora Águeda Cabello, directora de Vigilancia de la Salud, explicó que la medida obedece a una necesidad de facilitar el acceso de este grupo social a los servicios sanitarios, pues la incomodidad y la vergüenza provoca que en muchas ocasiones prefieran no asistir a la consulta, por miedo al estigma social.
“La iniciativa se dio a raíz de un pedido de la población transexual a través de sus organizaciones. Desde hace un tiempo que se estaba viendo la posibilidad y finalmente se concretó”, mencionó la doctora Cabello.
El nombre social de las personas trans se deberá registrar en las fichas médicas en las historias clínicas y en cualquier formulario que los pacientes necesiten llenar. Así también, al momento de ser llamadas para ingresar a consultorio, el personal de blanco deberá referirse a estas personas con el nombre social con el que se identifican.
La doctora explicó que de todas maneras deberán presentar su documento de identidad, no obstante, esto será solo para que el funcionario registre los apellidos.
Según la profesional, esta iniciativa generará una mayor calidad de atención a esta población que en la mayoría de las ocasiones opta por no recurrir a consultorio a comentar de una afección de salud para evitar la incomodidad de ser tratado con el nombre de nacimiento.