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El lunes pasado un cargamento de 45 ganados vacunos provenientes del Brasil fue incautado por la Policía en la ciudad de Ybyrarovaná. Desde el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) dijeron que no pueden controlar porque corren riesgo de ser asesinados o echados de su trabajo.
Los funcionarios alegan que detrás del intenso tráfico de ganado están poderosos políticos, que estuvieron o están en el poder. Desde la Policía también manifestaron que los ganaderos supuestamente son “intocables”, por lo que hacen lo que quieren sin ningún control. Al respecto quisimos hablar con el jefe de Senacsa de Ypejhú, doctor Alfonso Otazú, pero no lo ubicamos y su teléfono estaba apagado.
La manera en que trabajan los funcionarios de esta institución de control es pésima, según reconocieron los propios integrantes, pero no quisieron identificarse por temor.
Aseguran que los ganaderos son peligrosos así como los narcotraficantes. “Nosotros somos de Ypejhú y tenemos nuestra familia. Andá atajá un transganado a ver si no te echan o no te matan”, dijeron.
Los funcionarios del Senacsa de Ypejhú no tienen la autorización de controlar los camiones que ingresan con animales sin documento desde el Brasil. En forma diaria desfilan camiones transportadores de ganado en esta parte del país ante la mirada cómplice de las autoridades de control. Según los datos, solamente en el municipio de Ypejhú habría unas 100 mil cabezas ingresadas de manera irregular.
Con respecto al transganado incautado el lunes pasado con 45 animales de dudosa procedencia, la brigada de Antiabigeato y el fiscal Jorge Romero realizaron las pericias a los animales. Los detenidos ese día ya fueron imputados por abigeato y deben ser remitidos a prisión, confirmó el fiscal Romero.