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Igualmente, otras empresas del Ñeembucú fueron impactadas económicamente por la falta de energía.
Los vientos huracanados afectaron sectores poco poblados del duodécimo departamento y no llegaron con fuerza a la ciudad de Pilar. Hasta el momento se reporta sólo un caso de vivienda derrumbada por los fuertes vientos en Mayor Martínez, sufriendo la propietaria algunas lesiones.
Asimismo, varias viviendas sufrieron daños menores. Se dieron casos de construcciones destechadas y árboles caídos en Puesto Torres, General Díaz. Las pérdidas más sensibles se registraron en los cultivos, que además del viento sufrieron las consecuencias de la caída de granizos. En Desmochados, aproximadamente 150 familias reportaron perjuicios en sus chacras y numerosos casos en otros distritos.
La red eléctrica del Ñeembucú fue la gran damnificada del temporal, con la caída de cinco torres de alta tensión y numerosas columnas del alumbrado, fundamentalmente en las compañías Costa Pucú e Islería, del distrito de Isla Umbú.
La ANDE envió cuadrillas provenientes de otros departamentos para reforzar las acciones de recuperación, logrando reponer provisoriamente la energía en algunos barrios de Pilar, Villalbín y Mayor Martínez, quedando la mitad de la población departamental sin luz ni agua potable.
La escasa disponibilidad de energía ha paralizado la actividad de la mayoría de las empresas locales, incluyendo Manufactura de Pilar S.A., que desde el temporal se encuentra sin funcionar y con sus más de 1.000 trabajadores en obligada pausa.
Los técnicos de la ANDE manifestaron que las condiciones climáticas y el difícil acceso a las torres derribadas, que se encuentran en zona de esteros, hacen más lento el trabajo de recuperación plena del suministro de energía.