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Hace instantes, las fiscalas Teresa Rojas, Marlene González y Clara Ruiz Díaz decidieron beneficiar al único jefe policial que estuvo imputado por el ataque ilegal a la sede del Partido Liberal Radical Auténtico y solo acusaron a un policía, el escopetero de la Agrupación Especializada Guido Armando Amarilla Vera, por coacción grave.
Las agentes del Ministerio Público manejaron con mucho hermetismo su presentación, que finalmente corrobora el “blanqueo” al único jefe policial que estuvo procesado por el ataque ilegal a la sede del Partido Liberal Radical Auténtico, en la madrugada del 1 de abril.
Ya horas antes de la presentación se sabía que había presiones para beneficiar a Paredes Palma, imputado en un primer momento por inducción a un subordinado a cometer hecho punible.
Esto fue así debido a que el comisario comandó el equipo de policías de investigación de Robos y Hurtos que, armados y vestidos de civil, irrumpieron en el sector del estacionamiento del PLRA solo 50 segundos después de que entrara por la puerta principal el grupo que asesinó al joven dirigente Rodrigo Quintana.
Entre los argumentos se indica: “De las pericias y fotogramas secuenciados se descarta la participación directa o indirecta del comisario en el evento registrado, el mismo se acerca al sanitario una vez que ya se produjo el disparo”.
La conclusión de la causa tampoco fue una sorpresa debido a que el proceso nunca tuvo el curso normal desde su imputación.
De hecho, el jefe policial logró burlar su audiencia de medidas durante un año, pese a tener pedido de prisión preventiva.
La fiscala Lorena Ledesma fue la única que decidió incluir en el proceso penal a un jefe policial, pero fue apartada enseguida.
La agente había indicado que Guido Armando Amarilla Vera –escopetero de la Agrupación Especializada– en una actitud totalmente criminal, rompió el vidrio de una puerta del sanitario de damas del sector del estacionamiento del Partido Liberal, disparó a quemarropa balines de gomas y puso en riesgo la vida de las personas resguardadas en el lugar. Ahora indican sus colegas que “nadie salió herido” y descartan el tipo penal más grave.
Por el homicidio de Rodrigo Quintana solo está acusado el suboficial ayudante Gustavo Florentín, preso en la Agrupación Especializada.
La fiscalía volvió a descartar que hubo una orden para que las fuerzas policiales ataquen el PLRA. Así, la investigación insiste en que los policías de civil acudieron a un llamado de auxilio del diario ABC Color y que el ingreso al local partidario fue siguiendo a manifestantes violentos.