“Siria no puede ser semilla para un conflicto”

El patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril, y el presidente de Paraguay, Horacio Cartes, hicieron un llamado conjunto sobre la situación que afecta a Siria y a Medio Oriente. “No puede ser la semilla para un nuevo conflicto mundial”, dijo el ruso.

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En el tramo final de la histórica visita de la máxima autoridad de la Iglesia Ortodoxa Rusa a nuestro país, el patriarca Kiril, y el presidente paraguayo, Horacio Cartes, realizaron una conferencia de prensa conjunta en el Palacio de López.

“Nos sentimos honrados de recibir en el Paraguay al patriarca de Moscú y toda Rusia”, comenzó diciendo Cartes durante su alocución ante los medios de prensa apostados en la sede del Poder Ejecutivo. El mandatario paraguayo recordó que esta visita se produce siete meses después de la presencia del papa Francisco a nuestro país, con lo que se concretó “en el breve lapso de medio año la visita a Paraguay de dos líderes espirituales de máxima importancia mundial”.

“Esta es la primera visita de un patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, sabemos de la influencia positiva de esta Iglesia en el tejido social de la humanidad. Estamos convencidos que esta visita está motivada en los sólidos vínculos afectivos e históricos que unen a Rusia con nuestra nación”, acotó. Cartes indicó que durante la primera mitad del siglo XX, Paraguay recibió una “excelente inmigración rusa” y recordó que muchos de ellos sirvieron como soldados del ejército paraguayo durante la Guerra del Chaco, conflicto bélico que enfrentó a nuestro país con Bolivia entre 1932 y 1935.

“Los nombres de estos héroes rusos, muchos de ellos muertos en combate en el Chaco, al pie de la bandera paraguaya, están grabados con letras de bronce en el altar de la Patria. El pueblo paraguayo jamás los olvidará”, siguió. “Ha sido también notable el aporte de los inmigrantes rusos a la cultura, el arte y la docencia, así como las prácticas del cultivo de la tierra”, aseveró.

El presidente paraguayo aseguró que la emoción es mayor aún debido a que la visita de Kiril se da luego de su histórico encuentro con el papa Francisco en Cuba. “Nuestra América tiene el privilegio de haber acogido esa reunión sin precedentes que indudablemente marcará una nueva etapa en las relaciones de la Iglesia Ortodoxa Rusa y la Iglesia Católica Romana. El mundo lo espera con ansiedad”, sentenció.

“Sabemos que nuestro ilustre visitante comparte con el papa Francisco preocupaciones y convicciones fundamentales sobre la unidad cristiana y la paz mundial. La persecución religiosa de grupos extremistas de Medio Oriente y África del Norte, por ejemplo, afecta por igual a católicos y ortodoxos, ya que los terroristas no reconocen diferencias entre las distintas confesiones cristianas. Es indiscriminada la agresión impiadosa de esa intolerancia criminal convertida hoy en un verdadero genocidio”, apostilló.

“El rechazo categórico al fundamentalismo religioso y la denuncia de la persecución de los cristianos deben unir más que nunca a la Iglesia Católica y a la Iglesia Ortodoxa que, de hecho, tienen diversas semejanzas porque ambas tienen la misma raíz en Jesucristo”, finalizó el mandatario.

Kiril comenzó agradeciendo la hospitalidad que se le brindó y afirmando que ya no se podría preguntar el porqué de su elección de iniciar en Paraguay la visita a Sudamérica. “En esta parte del mundo, no hay otro país en el que salón de honor habrían hecho en bronce el nombre de los héroes rusos. En esta parte del mundo, no hay otro país donde un jefe de Estado recordaría los nombres de los rusos con tanto honor, respeto y orgullo”, afirmó.

“Yo quisiera mucho que esta hazaña de los rusos que entregaron sus vidas por Paraguay sean conocidos más ampliamente en el mundo y, precisamente, en mi patria. Estoy seguro que es una página muy notable no solamente en la historia de Paraguay sino también en la historia de mi nación. Los militares rusos, intelectuales, científicos, han huido al Paraguay por el grave conflicto civil en nuestro y aquí encontraron su segunda patria. Con valentía lucharon por su segunda patria, contra su enemigo, a veces entregando su vida”, continuó diciendo la máxima autoridad de la iglesia ortodoxa rusa.

Kiril dijo sentirse complacido por la manera en la que se conserva la memoria de la contribución rusa a la construcción del Paraguay y dijo que ese debería ser un fundamento histórico para el fortalecimiento de las relaciones entre ambos países. “Mi visita al Paraguay se ha cumplido inmediatamente seguida a mi encuentro con el papa Francisco. Este encuentro se ha realizado en un ámbito abierto, muy cordial, casi fraternal. No fue un intercambio de cortesías, no fue un encuentro protocolar, fue una conversación profunda, seria, de dos horas. En gran medida nuestra conversación está reflejada en nuestra declaración conjunta”, dijo el Patriarca en otro momento, ya haciendo referencia a su encuentro con el papa Francisco.

Kiril aseguró que durante dos horas conversó con Francisco de temas que afectan a la vida mundial y, sobre todo, de la tragedia que afecta al Medio Oriente, sobre todo a Siria e Irak. “No podemos permanecer callados, tenemos que hablar en altavoz, de que en esas tierras en la que nació el cristianismo, hoy los cristianos son perseguidos, tienen que huir a otros lados. La maldad viene por los terroristas, de aquellos que no tienen objetivos, están dispuestos a destruir y acabar con todos que no piensan como ellos”, puntualizó.

“Sabemos perfectamente que ellos funcionan no solamente en los combates en Siria e Irak, ellos pusieron la bomba y explotaron un avión ruso en el que murieron 240 inocentes, asesinan a inocentes en París. Y se puede seguir con la lista de atentados. Es un peligro y una tragedia común para toda la familia humana, es por eso que la respuesta debe ser conjunta, común y coordinada; es por eso que lo que está pasando en Siria y alrededor de Siria no puede ser un lugar para un posible conflicto entre Oriente y Occidente”, aseveró.

“No pueden aparecer las semillas de un posible nuevo conflicto mundial. Ahí no pueden actuar diferentes coaliciones con diferentes objetivos. Todos los que están interesados en triunfar sobre los terroristas deben actuar conjuntamente. Tener objetivos no declarados es un peligro para todo el mundo”, sentenció.

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