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La docente que abandonó recientemente su puesto es Liza Ofelia López Ramírez, quien, amparada por las autoridades políticas del departamento de Caazapá, abandonó a sus alumnos del Colegio Nacional de Tarumá, ubicado a unos 30 km de la zona urbana del distrito de Abaí.
Desde el comienzo del año lectivo, la docente fue a refugiarse en la oficina de la Supervisión de Control Pedagógico de la ciudad de Abaí, a cargo de Antonia Morel de Vázquez.
Los alumnos del Colegio Nacional Tarumá exigen la vuelta de la docente a su trabajo, o bien, la renuncia, para que los rubros sean designados a otro educador. Según los datos, el problema sería solucionado recién después de las elecciones, porque la prioridad ahora es otra, o sea, trabajar por la candidatura de los colorados del departamento.
La educadora debe enseñar castellano, historia y geografía, educación vial, política y educación financiera en el colegio. Tiene horas cátedra desde el séptimo grado hasta el tercer curso y este año todavía no desarrolló ninguna clase.
López Ramírez percibe una asignación de alrededor de G. 6.000.000, entre sueldos por horas cátedra, subsidio familiar y escalafón docente. Pese a su jugoso salario, la mujer no quiere sacrificarse para viajar los 30 km que separa la ciudad de Abaí de la compañía Tarumá.
El supervisor administrativo de Tarumá, Guzmán Paiva, dijo que él dio un plazo de tres días a la docente para que se presente a su lugar de trabajo y hoy al mediodía vence el plazo. El funcionario explicó que posteriormente informará a sus superiores y a la Asesoría Jurídica del MEC sobre el abandono.
El coordinador departamental de Supervisiones, Rumildo Orúe, dijo que se está trabajando para encontrar una solución al problema y que se busca que otro docente atienda a los alumnos del Colegio Nacional de Tarumá.