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Aníbal Filártiga, médico que hace algunos años fue decano de la Facultad de Ciencias Médicas, dijo que esto es "una carga pública" y que no lo hace por ganar dinero ni notoriedad. Anunció que tratará de lograr un diálogo con los estudiantes por las buenas, pero si hay resistencia dará un paso al costado. Aseguró que no irá a atropellar, por más que la ley los faculte a intervenir, porque el Cones tendría que cambiar de estrategia y no de persona, opinó.
"Si se va a encontrar resistencia, voy a dar un paso al costado, aunque algunos me tilden de cobarde; no es eso, no quiero provocar conflicto y que la sangre llegue al río. Hay mucha gente que está pescando en río revuelto, le conviene que haya más problemas que excedan las cuestiones universitarias", dijo a Telefuturo. Agregó sobre el diálogo con los estudiantes que por un lado ya tiene la postura de los profesores del Consejo, pero que por el momento no la dará a conocer.
"Si la postura es intransigente -me refiero a los estudiantes- mal podría ir a atropellar el 7 (de octubre, día fijado para la intervención), para que nadie me haga caso", dijo en referencia a que se maneja la posibilidad de que el próximo 8 se elija al nuevo rector. La designación se Filártiga se dio luego de que el padre Michel Gibaud, quien había sido designado inicialmente como interventor, renunció ayer a cumplir tal función al alegar que está con un cuadro de estrés.
Por el momento, las movilizaciones continúan por parte de los estudiantes. La Fiscalía se encuentra interviniendo varias facultades tanto en el campus como en el interior del país. Yas suman cinco los decanos que renunciaron, además del ahora exrector Froilán Peralta, quien soporta un proceso legal y guarda reclusión en la cárcel de Tacumbú. Los alumnos todavía exigen la renuncia de al menos cuatro decanos más, a quienes consideran parte de la estructura que sostuvo la corrupción por tantos años dentro de la casa de estudios más grande de este país.