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Se trata de un rodado que hace un año había sido confiscado en una barrera por la fiscala Ariela Chaparro. Dicho vehículo y varios otros estaban guardados en dicha sede policial mientras durase el proceso en el cual estaban inmersos, pero hace algunas semanas todos fueron sacados a la calle porque se argumentó que dentro de los mismos se criaban mosquitos, los cuales a su vez contagiaron de dengue a algunos agentes policiales, según se había argumentado.
Los vecinos del lugar protestaron porque los coches llevados a la vía pública daban un mal aspecto a la zona, más aún considerando que algunos rodados ya están en muy mal estado tras haber permanecido mucho tiempo abandonados.
A la medianoche, el dueño del mencionado Mercedes Benz, quien vive a unas cinco cuadras de la comisaría, pasaba por el lugar y al ver lo que sucedía se acercó y se encontró con la sorpresa de que fue su vehículo el que se había incendiado. Se trata de Juan Ocampos, quien dijo que reclamará a la fiscala Ariela Chaparro por lo ocurrido y que no descarta solicitar una indemnización por el daño que se le causó con la mencionada situación. Manifestó que el coche le fue retenido por Chaparro porque el documento del vehículo aún no estaba a su nombre, sino que del que lo vendió.