“Sacerdotes casados no son la solución”, dice obispo del Chaco

FUERTE OLIMPO. El obispo del Chaco, monseñor Gabriel Escobar, no cree que la solución de los escándalos de abusos sexuales cometidos dentro de la Iglesia católica terminen con el nombramiento de sacerdotes casados como lo manifestó el papa Francisco.

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El religioso propone fortalecer los seminarios a fin de ser capaces de detectar a los verdaderos sacerdotes, ya que todo depende de la formación de las personas. "Estoy seguro que las palabras del Papa fueron tergiversadas, ya que el Santo Padre pudo mencionar el hecho de nombramientos de sacerdotes casados solo como una posibilidad y no como una afirmación", dijo el obispo.

Además, en este tipo de temas conflictivos existe el Consejo de Cardenalicio que ayuda para la toma de decisiones, agregó el obispo. El evitar que sigan sucediendo hechos de abusos sexuales y que involucran a representantes de la Iglesia pasa más bien por la formación personal de los futuros sacerdotes, por lo que es de suma importancia fortalecer los seminarios a fin de hacer funcionar los filtros para detectar a aquellos que no tengan vocación y solo quieren llegar a ejercer el cargo como prestigio de estatus, manifestó Escobar.

El religioso cree que los escándalos sexuales podrían ser peor inclusive si se permite la ordenación de sacerdotes casados, atendiendo a que en varios países del mundo aún predomina el machismo y en forma especial en nuestro país. Otro inconveniente que detecta el obispo hace referencia a los bienes de la Iglesia, que podrían pasar a manos de los sacerdotes casados como algo personal y no como algo universal o de todos los fieles, como lo son actualmente.

En los seminarios donde se forma a los futuros sacerdotes, los educadores psicólogos deben ser capaces de detectar a aquellas personas que no sepan dominar sus impulsos afectivos y, en caso de no encontrar soluciones con los mismos, evitar que puedan continuar con la carrera. La Iglesia sale altamente perjudicada ante la sociedad al no saber seleccionar a los candidatos que de verdad tienen vocación sacerdotal, dijo el obispo.

"El sacerdote debe saber poner límites a su impulso afectivo para evitar las caídas que como todo ser humano pudiera cometer. Un buen sacerdote debe fortalecer como persona la parte afectiva, intelectual, espiritual y pastoral, dimensiones estas que le ayudaran a desarrollar su formación vocacional," sostuvo finalmente monseñor Escobar.

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