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Hablar de Derechos Humanos en el Paraguay implica abrir heridas que hasta hoy no cierran en aquellos que sufrieron los horrores del régimen stronista (1954-1989), y por sobre todo la impunidad en que quedaron estos crímenes; a esto se suman las reivindicaciones actuales a favor del tirano fallecido en agosto de 2006.
Precisamente todos estos elementos fueron traídos a colación por el comunicador a través de la red social, afirmando que mientras algunos jóvenes tenían la dicha de estudiar en Europa, otros eran sumergidos en los excrementos de la pileta de Investigaciones y sometidos a otras crueles formas de tortura.
“La libertad de hoy, Alfredo Dominguez, tiene la sangre y la memoria de miles de presos, torturados, exiliados y desparecidos”, sostuvo Acosta aludiendo al hecho de que Goli no antepuso el apellido paterno por pedido de su madre. Acosta agrega que la reconciliación solo podría darse cuando “pidan perdón por los asesinatos cometidos para imponer orden y progreso”.
Acosta aprovechó la ocasión para citar a quienes calificó como “idiotas útiles que eran felices y no sabían que existían presos, torturados y desaparecidos”. Al mismo tiempo criticó a quienes actuando como cómplices del régimen actúan hoy como adjudicatarios de la democracia, en abierta referencia al nieto del dictador.
Estas expresiones disgustaron al exsenador colorado y utilizó la misma vía para responder a los tweets del presentador televisivo. Según Stroessner, más allá de los cuestionamientos tanto el apellido en cuestión como el de Domínguez hicieron historia en el país y que Acosta "destila resentimiento". “Parece que la democracia paraguaya es propiedad tuya; lastimosamente es tan mía como tuya, por mal que te pese”, agregó.
A 25 años del golpe de Estado, la familia Stroessner nunca fue requerida por la justicia y disfrutan de la infinidad de recursos malhabidos obtenidos durante 35 años de gobierno dictatorial. Estimaciones dan cuenta que el clan familiar amasó una fortuna que ronda los 2.000 millones de dólares. De hecho, para evitar el embargo en tiempos democráticos, los bienes fueron transferidos a sus familiares directos, entre ellos Goli Stroessner.
Como cabeza de esta estructura de recaudación aparecía el entonces coronel Gustavo Stroessner. Además de los multimillonarios ingresos que percibía periódicamente por los seguros de Yacyretá e Itaipú a través de empresas a cargo de testaferros u hombres de confianza, Gustavo Stroessner Mora recaudaba multimillonarios fondos mediante el servicio de una legión de funcionarios que obtenían datos de empresas a través de la repartición de "grandes contribuyentes" dependiente del Ministerio de Hacienda.
Este modelo de apropiación de los recursos públicos fue imitado por varios clanes familiares que vinieron con los tiempos democráticos.