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La Lic. Ruth Villalba, psicóloga del hospital escuela, explicó que cuando se habla de prevención de la depresión en niños y adolescentes es muy importante tener la mirada atenta, principalmente porque la idea errónea es que el niño no puede deprimirse.
“Un menor sí puede deprimirse, porque en primer lugar tiene los problemas propios de niño, y por sobre todo, tiene que estar lidiando con su desarrollo cognitivo que todavía no le permite procesar y diferenciar de manera exacta la diferencia que hay entre lo real y lo imaginario”, explicó.
Agregó que como padres, profesionales de la salud y como comunidad adulta y responsable “tenemos que estar atentos, porque muchas veces la depresión se presenta de manera enmascarada y esto se ve como apatía, aburrimiento, la falta de apetito, falta de interés escolar y aislamiento”, indicó.
Según la profesional, muchos niños tienen síntomas como la enuresis, que consiste en la imposibilidad de controlar el esfínter; o sea hacer pipí en la cama, también la encopresis que consiste en no poder regular la defecación y en otros casos también pueden presentar eczema, que son erupciones en la piel.
Recordó que en el desarrollo de los infantes se debe apuntar a una alimentación sana, a las actividades al aire libre, a la recreación y a tener horarios en que el niño pueda estar en contacto con la naturaleza y desarrolle actividades lúdicas como pintar. “También es importante que reciba cariño y afecto de parte de los padres, y que el mismo no viva bajo una situación de amenazas”, dijo Villalba.