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Hoy la fiscal María Isabel Arnold, de la Unidad N° 2 Especializada en la Lucha contra la Trata de Personas y Explotación Sexual en Niños y Adolescentes, imputó al peruano Elder Padilla y a Santa Mónica Villordo por la supuesta comisión del hecho punible de trata de personas con fines de explotación sexual y coacción sexual.
Igualmente, la representante del Ministerio Público solicitó al juez Penal de Garantías de turno la aplicación de la medida cautelar de prisión preventiva para ambos procesados, según informe oficial.
Arnold había solicitado una prórroga de 24 horas para presentar la imputación contra Padilla y su pareja, y Ninfa María López, de 20 años. Esta última, por supuestamente reclutar jóvenes incautas con un falso perfil en la red social Facebook bajo la identidad de Ingrid Dudu.
La fiscal analizó al menos cinco hecho punibles en el caso, entre los que pueden citarse la trata de personas, coacción sexual, rufianería, proxenetismo y pornografía relativa a niños y adolescentes.
El ciudadano de nacionalidad peruana fue denunciado el pasado lunes 27 de febrero por haber violado a una joven de 17 años a la que pretendía prostituir en un lupanar ubicado entre las calles Universitarios del Chaco y Pilar del barrio San Pablo de Asunción.
Según los antecedentes que maneja el Ministerio Público, la víctima dijo que meses atrás publicó en Facebook que buscaba trabajo. Recibió llamadas telefónicas de un tal Antonio, ofreciéndole un puesto de recepcionista en un hotel de la capital y como pago recibiría la suma de un millón de guaraníes semanales.
La adolescente llegó al domicilio de referencia, el sujeto le informó que el trabajo no era el acordado, ya que debía mantener relaciones sexuales con personas a cambio de dinero seguidamente. Supuestamente le obligó obligado a sacarse la ropa y luego, la sometió sexualmente en una de las habitaciones de la vivienda.
El mismo día se realizó el allanamiento fiscal en el citado domicilio, donde la comitiva fue recibida por Padilla, quien dijo ser el propietario del local. Este fue verificado y de su poder se incautaron elementos probatorios varios, como un contrato de arrendamiento del inmueble firmado por Padilla y Villordo Aceval.
También se incautaron equipos informáticos, aparatos celulares que aparentemente trataron de ocultar bajo piedras en el patio, documentos ocultos sobre el techo. Se constató que las dependencias del lugar estaban separadas con mamparas de madera, donde solo había camas.