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La expedición integrada por españoles, encabezados por el alpinista Carlos Soria, y representantes del Perú y Paraguay arribó en la mañana de hoy a la ciudad de Nyalam, a 3.600 metros de altura en el Tibet, China.
Inmediatamente se inició la aclimatación hasta subir una montaña en la cadena del Himalaya hasta aproximadamente los 4.000 metros sobre el nivel del mar.
La experiencia, que duró unas dos horas y media, fue extraordinaria y el periodista de este diario nunca imaginó los miles de detalles que se cuidan para escalar una montaña. A continuación, algunos de ellos:
Para la presente “Expedición BBVA – Carlos Soria” a la cumbre del Shisha Pangma, donde el experimentado alpinista pretende llegar a la cumbre de dicha montaña de 8.027 metros, se han cuidado numerosos detalles. Los preparativos se iniciaron en Katmandú, la capital de Nepal, donde se hicieron las compras y se llenaron más de 30 bidones con todo el equipamiento y las provistas.
El itinerario comenzó con las compras de las prendas que deben vestir los expedicionarios, algunas de ellas especiales: camisetas térmicas mangas cortas y largas, forros polares, chaquetas de plumas, pantalones térmicos, medias calientes, medias para caminatas, botas de 'trekking' (para caminatas), gorros de lana, gafas de sol, linternas frontales, pilas, sacos de dormir especiales, entre otras cosas. Además se adquirieron los bastones especiales para las subidas y bajadas a las montañas.
Luego, la comitiva se trasladó a un depósito en Katmandú, donde estaban guardados los equipos especiales: tiendas de campaña, que no son las que normalmente son usadas en los campamentos, debido a que deben resistir una eventual nevada de grandes proporciones y proteger a aquellos que están dentro. También se cuenta con paneles solares que cargan baterías a fin de contar con energía eléctrica. Si el sol no asoma, el grupo también cuenta con un generador eléctrico adicional a combustible.
El Grupo BBVA cuenta con una Cámara Hiperbárica inflable, una especie de cápsula hecha de un material especial para casos de urgencia, por si algunos de los expedicionarios sufren del mal de altura (malestar generado por la altura que modifica sustancialmente el funcionamiento del organismo). La misma simula que la persona se encuentra a una altura menor para permitir que se recupere.
Además, se deben cargar todos los utensilios necesarios para las comidas (se lleva a un cocinero experimentado, ya que no es fácil cocinar a elevadas alturas). Asimismo, se cargan las provistas (aceite de oliva, harina, poroto, carne conservada, aceituna, arroz, chocolate, atún, galletitas, jugos concentrados para mezclarlos con agua obtenida de nieve, ya que la misma no contiene los minerales necesarios para el organismo; mermelada, fideos, entre muchas otras cosas).
Asimismo, se prevé materiales para escalar la montaña como 1.500 metros de cuerda fija, una tienda de almacén, una más para la cocina y otra para las comunicaciones.
Todo lo mencionado fue cargado en más de 30 bidones de 30, 60 y 120 litros, que actualmente están siendo transportados y deberán llegar a los 5.100 metros de altura en vehículos. A partir de allí, la expedición requerirá de los yaks, los bovinos característicos del Himalaya y Asia Central, que viven en las estepas y en los desiertos fríos, entre los 4.000 y 6.000 metros de altura sobre el nivel del mar. Son muy singulares, porque presentan un gran tamaño y pelaje lanoso. Los nativos los utilizan para cargas, pero también les proveen de carne y leche. Sus excrementos son utilizados por los tibetanos como combustible, ya que a elevadas alturas no cuentan con suficiente leña para cocinar y soportar las bajas temperaturas. Se estima que la comitiva utilizará aproximadamente 40 yaks para transportar unos 2.000 kilogramos de equipos (se permite que cada animal pueda transportar solo 50 kilos respectivamente).
La expedición también está integrada por cuatro sherpas, nativos de Nepal que tienen una misión fundamental: transportar y acompañar al equipo ante cualquier eventualidad. Muktu es el líder del grupo, un hombre que a sus 41 años ha logrado coronar ya 24 veces cimas que superan los 8.000 metros. Es una de las personas que acompañará hasta la cumbre a Carlos Soria, además del español Sito Carcavilla.
El doctor Carlos Martínez es la persona que cuida de la comitiva. Se trata de un médico especializado en altas montañas, rescatista de mucha experiencia. Desde España ya comenzó con las recomendaciones a los inexperimentados que forman parte del grupo, mientras que a aquellos que harán cima les pide más: desde hace tiempo viene midiendo una serie de indicadores a fin de investigar y llegar a conclusiones sobre el comportamiento del cuerpo humano a elevadas alturas, las reacciones, así como las reacciones del organismo ante determinadas circunstancias. Poder soportar el frío y la altura depende de seguir sus instrucciones.
Como verán, esta operativa no es conocida en un país como el nuestro. Y como se imaginarán, hay en este momento un periodista paraguayo “perdido” en el Himalaya.