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Según Valiente, ante el más mínimo error voluntario o involuntario disponen investigaciones internas y, si lo amerita, solicitan a la Secretaría de la Función Pública sumarios independientes a sus funcionarios. “Tenemos pedidos de sumarios a la función pública como para empapelar toda la Costanera”, dijo este martes, tras ser consultado sobre si algunos de estos cambios van acompañados de sumarios.
Señaló que los sumarios se dan por incumplimiento del deber o por errores que derivan en casos de evasión de tributos. Dijo además que los importadores se dedican diariamente a encontrar artimañas para poder librarse de los impuestos. También dijo que los cambios forman parte de los pilares para combatir la corrupción, con miras a cambiar la imagen de la Aduana ante la ciudadanía; sin embargo, al mismo tiempo negó que los cambios se hicieran en puestos de control claves.
Por otra parte, dijo que hay casos en los que sí o sí debe haber rotación porque no se puede confinar por demasiado tiempo a los funcionarios a lugares lejanos e inhóspitos como Mariscal Estigarribia o Infante Rivarola, ya que las personas necesitan volver a ver a sus familias. “Siempre una política de rotación, más todavía en una institución que desde el punto de vista operativo es descentralizada como la Aduana; (la rotación) es conveniente y saludable”, indicó y recordó que hay 32 aduanas distribuidas en todo el país a las que se debe dar adecuada y mínima cobertura.
“No es justo que ciertos funcionarios se chupen largo tiempo en lugares como Mariscal Estigarribia, Infante Rivarola, Salto del Guairá, Pedro Juan Caballero, Pilar (...) Lugares donde no hay mucho movimiento de mercaderías, pero también el problema de estar alejado de la familia. Somos una institución que tiene ese tipo de complicaciones y que nos obliga a hacer cambios”, dijo.