“Estamos aislados de unos pocos. No de todos. Y cada vez son menos los que mantienen esa actitud. Siete u ocho países”, aseguró a Efe el titular de Relaciones Exteriores, en su primera visita a Europa desde que asumió el cargo, en junio de 2012, y a algo más de un mes de las elecciones en su país, el 21 de abril.
El canciller calificó de “excelente” la conversación mantenida previamente con su homólogo alemán, el liberal Guido Westerwelle, con quien abordó “la situación general de América Latina” y la de su país ante las próximas presidenciales.
La reunión entre ambos titulares de Exteriores estuvo precedida de las críticas de las tres fuerzas de la oposición parlamentaria alemana -socialdemócratas, verdes y La Izquierda- al encuentro entre Westerwelle y el representante de un “gobierno aislado de facto por la comunidad internacional” tras la “destitución exprés” de Lugo.
Asimismo, Amnistía Internacional (AI) instó a Westerwelle a presionar sobre el gobierno paraguayo en favor de los pueblos indígenas y de los sin tierra en el país sudamericano.
AI recordaba, en un comunicado emitido ayer, el conflicto de los sin tierra y los enfrentamientos sangrientos entre campesinos y policías, como el registrado el 15 de junio de 2012 en Curuguaty, con un saldo de 17 muertos, drama que precipitó el proceso político contra Lugo y la asunción del poder de Federico Franco.
Fernández aseguró que Westerwelle “tocó, pero no en términos de requerimiento” la cuestión de los indígenas y que no se abordó “en absoluto” la masacre de Curuguaty.
Fuentes de Exteriores indicaron a Efe que Westerwelle “trató” sobre la cuestión indígena con su interlocutor, al que asimismo expresó “claramente” el “gran interés de Alemania” en que las presidenciales se ciñan estrictamente a los preceptos constitucionales.
El titular alemán recordó que los comicios serán seguidos “con gran atención por Alemania y la Unión Europea”, que desplegará, al igual que la Organización de Estados Americanos y el Centro Carter, sus misiones de observación.
El canciller Fernández insistió en el compromiso de su gobierno de respetar los resultados, el hecho de que “ni el presidente Franco ni su canciller son candidatos a nada”, al tiempo que admitía haber observado “preocupación” por parte alemana acerca de la seguridad jurídica de “algunos inversores” en Paraguay.
Fernández destacó que del duro rechazo internacional, inmediatamente después del proceso contra Lugo, se pasó a “reconocer que teníamos razón”, salvo en esos “siete u ocho países”, y elogió la “normalización creciente” de las relaciones con Colombia y Chile.
“No es serio lo que hace Unasur”, aseveró el canciller, según el cual “nos sancionaron sin escucharnos”, “tanto en Unasur como en Mercosur”, e insistió en que esa decisión “no se ajusta a las normas del derecho internacional”.
Venezuela, el país de la región más frontalmente enemistado con Paraguay, no estuvo presente en la conversación con Westerwelle, aseguró el canciller, aunque sí hablaron de la “situación general de América Latina”.
Sobre las presidenciales venezolanas -a celebrarse el 14 de abril, una semana antes que las paraguayas- comentó Fernández que se presentan “más complicadas” que las de su país.
“Esperamos que en Venezuela las elecciones, y lo que ocurra antes que éstas, se realicen correctamente, que se adapten a las normas democráticas y al sistema internacional de democracia”, apuntó el ministro, para añadir que en su gobierno se mantiene la consigna de “no opinar ni intervenir” en procesos de otros países.
Sí apuntó Fernández que en Paraguay “hay plena democracia”, y que ahí “no se ha clausurado ningún diario, no se persigue a ningún periodista, ni se ha clausurado ninguna radio, ninguna televisión”, por mucho que “la prensa en general es opositora al gobierno”.
El canciller paraguayo seguirá mañana su ronda de encuentros políticos en Alemania, tras lo cual viajará a Londres, donde se reunirá con su homólogo británico, William Hague.