Paraguay, el ‘error de cálculo’

El doctor Raúl Montenegro, profesor de la Universidad Nacional de Córdoba y premio Nobel Alternativo, dijo que los impulsores de la planta de uranio en Formosa, no contaron con la reacción que habría desde Paraguay. Fue “un error de cálculo”, dijo.

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El biólogo ambientalista e investigador de la universidad francesa de Franche-Comté, quien se manifiesta abiertamente en contra del plan, dijo que los impulsores “nunca se imaginaron” que desde Paraguay iba a haber manifestaciones en contra. Nuestro país está a tan solo 20 kilómetros de donde se pretende instalar la factoría, que es de la empresa Dioxitek, por lo que el riesgo es alto. En este sentido, Montenegro repasó los posibles efectos que una planta procesadora de uranio traería a nuestro territorio, habló del estudio de impacto ambiental presentado por la empresa durante una audiencia pública, y la legalidad de los procesos llevados a cabo hasta ahora durante una entrevista.

¿Por qué es ilegal la instalación de la planta?

La ley (provincial) 1.060 prohíbe ese tipo de actividad, y también la convención de la OIT (Organización Internacional de los Trabajadores). Yo estuve en la comunidad Nam Qom (comunidad indígena ubicada cerca de donde se pretende poner la planta) y ellos justamente presentaron una acción de amparo. Lo debería saber la Comisión Nacional de Energía Atómica, y también debió saberlo la Secretaría de Ambiente. 

¿A qué instancias piensan recurrir?

Vamos a recurrir a la Auditoría General de la Nación, para que ellos investiguen todas las irregularidades que se han dado. También en la Defensoría del Pueblo de la Nación.

¿Y las autoridades provinciales?

Acá (en la provincia) es lo mismo. Es toda una parafernalia. La idea es pedir al relator de las Naciones Unidas que venga y haga como un escaneo de la situación, eso por un lado.

¿Le satisface el estudio de impacto ambiental que presentó Dioxitek?

(El estudio) tiene cuatro fotos de peces, dorado, pacú, o sea, es un cortado y pegado. Entonces nosotros decimos, más allá de que esto es ilegal, es un estudio que tiene que ser rechazado. Lo que yo no entiendo es que sabiendo que la situación es tan delicada, ¿por qué no se toma en serio? Aparte hay comunidades indígenas. Vos tenés que ir al lugar y hacer un estudio de mínimo un año. Este tomó dos días.

Paraguay está solamente a 20 kilómetros de aquí, ¿cuáles son los efectos que puede haber en esa zona tras la instalación de una planta de uranio?

El primer efecto fuerte puede ser en el caso de un incendio, que ya ha tenido Dioxitek en Córdoba, que se libere con ese uranio a la atmósfera. Pero allí no solamente tenés uranio, sino que el uranio se transforma en catorce “hijas radiactivas”. Tenés todo eso, entonces, si hay un incendio puede haber una explosión. Eso se puede diseminar.

¿Cuántos kilómetros a la redonda puede afectar eso?

Eso depende de la cantidad de uranio que se carga y el viento hacia dónde se desplaza, pero se puede hablar de kilómetros, en el caso de un accidente grave.

¿Otra situación cuál podría ser?

Un accidente en ruta. Pasa todo el tiempo, sale el dióxido de uranio en el viaje de regreso, y los residuos radiactivos que también los tienen que mandar a algún lado. 

En Córdoba, donde está la otra planta de Dioxitek, ¿cómo se maneja esto?

Dioxitek está en Córdoba y en Buenos Aires. Córdoba está echada por la municipalidad, porque en la propia planta hay 57.700 kilos de residuos radiactivos, varios cientos de kilogramos al año en el ambiente, varios kilogramos en la colectora cloacal, todo esto por los incendios y las explosiones.

¿Qué opina de las movilizaciones en Paraguay en contra de la planta?

Estoy sorprendido con Paraguay. La rapidez de reacción, inclusive tienen más información. Es increíble. 9.000 personas marchando en Pilar, vos te podés imaginar que en Córdoba contra Monsanto hubo 8.000 personas, y es una ciudad con un millón y medio de personas.

¿Cómo interpreta usted esta reacción?

Eso quiere decir que los cálculos que hicieron Julio De Vido (ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios) y el gobernador de Formosa (Gildo Insfrán), están mal. Uno, que no pensaron que alguien se iba a levantar contra esto, y el otro error de cálculo se llama Parguay. Nunca se imaginaron que el Paraguay actuaría así.

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