Tras robo de combustible, fue dado de baja el suboficial Osorio

El suboficial Roberto Osorio, considerado pieza clave en el esquema que desviaba dinero de combustible de la Policía Nacional, fue dado de baja de las filas de la fuerza del orden. “Ya hay decreto”, dijo el jefe de la Justicia Policial.

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La información fue confirmada por el Comisario Miguel Ángel Leguizamón, jefe de la Justicia Policial, en conversación con el programa “Latitud 25” de Radio ABC Cardinal. “Osorio fue dado de baja y ya hay decreto del Poder Ejecutivo”, afirmó a la 730 AM.

La decisión de dar de baja a Osorio había sido tomada ya en diciembre pasado; sin embargo, se estaba a la espera del decreto del Poder Ejecutivo por el cual se ratificara la baja del suboficial procesado por supuesto lavado de dinero y otros delitos más.

Roberto Osorio Romero es considerado uno de los hombres claves dentro del millonario desvío de combustibles en la Policía, un caso que salió a la luz hace ya un par de meses, luego de que desde Petropar denunciaran una serie de irregularidades. Actualmente, el caso -en el que se ha imputado a alrededor de 20 personas que prestaban servicio en la Policía- se encuentra paralizado.

Una investigación de ABC Color reveló que hasta el mismísimo comandante de la Policía, Francisco Alvarenga, había estado implicado en el caso y multiplicó extraordinariamente su patrimonio. Osorio, apenas un suboficial segundo, llevaba una vida de lujos y hasta se dio el tupé de pagar en efectivo por una camioneta de más cuyo valor supera los US$ 100.000. Osorio ya había sido separado en 2008 por corruptelas de este tipo.

En otro momento, Leguizamón trató de justificar que los ocho efectivos policiales condenados por el caso del robo a un transportador de la empresa Prosegur perpetrado en 2013 sigan percibiendo remuneraciones como miembros activos de la fuerza del orden.

Aseguró que esto se debe a que en su momento, ex jefes de la Justicia Policial decidieron dejar el caso a la espera de que exista una sentencia firme y ejecutoriada en la justicia ordinaria. Mientras tanto, todos los afectados siguen percibiendo sumas para nada despreciables, a pesar de que ya no cumplen con tarea alguna.

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