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El Abg. Luis Escobar Faella, defensor de Morselli, dijo a ABC Cardinal que la demanda por difamación, calumnia e injuria obedece a una serie de “términos ofensivos con calificativos hasta delictuales” en los que se acusa a su cliente de malversación de fondos.
“Ella (Morselli) no es ordenadora de gastos, no puede disponer de fondos públicos y en esos mensajes refieren a que hace uso y abuso”, explicó. Sostuvo que una cosa es hacer críticas y otra, proferir agravios “lesionando su honor”. Su defendida se pone a disposición de los organismos de control, sostiene el abogado.
Además del director del Museo de Arte Sacro, fueron demandados Nila López, Lorenzo Orué, Alfredo Vaesquen y Nora Robles. Morselli exige una compensación de G. 1.000 millones a cada uno por los comentarios ofensivos realizados en posteos de Facebook.
“Lo importante es distinguir la crítica al funcionario, con altura y el lenguaje apropiado y métodos y recursos apropiados”, expresó. Dijo, asimismo, que en algunos de los comentarios se calificó a Morselli de “’caficha’, alegando que hay una red de trata de personas que ella dirige”.
Por su parte, Latourrette Bo dijo que se enteró de la demanda a través de Facebook. “Personalmente, yo nunca dije nada contra la señora Morselli. Hacía pequeños comentarios sobre artículos que salían en diferentes publicaciones. Es la gente la que se encargó de decir de ella un montón de cosas”, indicó.
Se mostró poco preocupado, ya que dice ser muy cauto con su lenguaje en redes, y refirió que la actual demanda puede deberse a un viejo conflicto personal. “Yo creo que es un último pataleo, un amedrentamiento”, finalizó.