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Los programas de redireccionamiento de los 15 millones de euros, donados por la Unión Europea para apoyar las políticas nacionales en materia de educación, que dispone el MEC desde el año pasado (que forma parte de los 46 millones de euros de donación inicial no reembolsable de la Unión Europea), ya no precisarán la aprobación del Parlamento, debido a que corresponden al ejercicio anterior; sin embargo, el ministro de Educación, Raúl Aguilera, omite definir plazos y fechas para su ejecución, principalmente en el área de infraestructura, porque están “atados” por la burocracia.
Indefectiblemente, pese a que puedan presentar a Hacienda, en la brevedad, el proyecto para intervenir las instituciones en mal estado (más de 2.900), para que la cartera libere los fondos, no podrán ejecutarlos sin un llamado a licitación de por medio, por lo cual el ministro no se arriesga a brindar plazos o fechas e insiste en mencionar que el último llamado a licitación para el proyecto de construcción, adecuación y reparación de 676 instituciones tardó 22 meses en definirse.
Lo que sí garantizó es que presentarán antes de Semana Santa el proyecto para financiar la compra de mobiliarios, lo cual ya es una mera formalidad con Hacienda, según aseguraron; pero se deberá hacer el llamado para la adquisición de los muebles. Actualmente, se requieren más de 300.000 sillas; más de 240.000 mesas y más de 11.000 pizarrones.
La mayoría de las instituciones en mal estado, un total de 2989, solo cuentan con promesas de inversión y actualmente los alumnos dan clases en corredores, bajo árboles o a la intemperie, debido a que la mayoría de sus aulas están clausuradas, y con peligro de derrumbe.