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Josías Britos Sánchez recibió en la madrugada de este martes un corazón, que fue donado por los familires de una niña que falleció en Asunción.
El gesto de los padres, en medio del inmenso dolor por perder a una hija, demostró la fortaleza y humanidad de los mismos, así como el efecto positivo que tiene la campaña realizada por el Ministerio de Salud.
La muerte de Anita Almirón, quien necesitaba un corazón, y la repercusión que tuvo en los medios lograron sensibilizar a gran parte de la ciudadanía.
Prueba de ello es el repunte en la donación de órganos que informó el director del INAT, Hugo Espinoza.
“En estos momentos, en el país hay un repunte esperanzador en cuanto a la donación de órganos. Actualmente, hay más gente que se inscribe como donantes voluntarios”, dijo Espinoza.
En el mismo contexto, comentó que en un solo día, el lunes, se reportaron dos donaciones multiorgánicas. Una fue de un paciente de 43 años en el Centro de Emergencia Médicas, cuyos familiares dieron su visto bueno.
El paciente que falleció permitirá que cuatro personas sean beneficiadas: dos recibirán un nuevo riñón y otras dos, una nueva córnea.
“Uno de los riñones ya fue implantado, el otro está siendo implantado en estos momentos (10:53) en el Instituto de Previsión Social, mientras que las córneas serán implantadas en breve”, informó Espinoza.
La autoridad recordó que hay 100 personas aguardando un trasplante de riñón, 300 esperan por córneas y ocho personas aguardan un nuevo corazón para mejorar su calidad de vida.
Josías Britos Sánchez fue sometido una operación este martes, la cirugía comenzó a las 1:10 y terminó a las 4:20, más de tres horas de labor médica que permitió al niño recibir un nuevo corazón.
Pío Alfieri, director del Hospital Pediátrico, donde Josías fue operado, expresó que el pequeño se enfrenta ahora nuevos desafíos.
“Josías se encuentra estable lo que permite asumir con espseranza que tolerará las primeras horas. Todavía con un estado de gravedad, pero con estabilidad que permite asumir con esperanza de que va a tolerar estas primeras horas, que son las más difíciles”, dijo Alfieri.
El niño que se encuentra conectado a equipos externos como respirador, catéteres venosos, sondas, corre el riesgo de contraer alguna infección ya que se vulneró “la barrera natural de protección del cuerpo”.
“Al estar con las defensas muy bajas, porque nosotros le bajamos con la medicación para evitar el rechazo, él tiene que pasar dos grandes desafíos, no rechazar el órgano; y el riesgo importante que es la infección por gérmenes que, generalmente , no causan infecciones a los niños que tienen sus defensas normales pero que, en el caso éste de estar con las defensas bajas, le pueden producir una infección”, destacó el médico.