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La Bienal Internacional de Asunción se inauguró oficialmente ayer jueves. Sin embargo, los preparativos se realizaron desde hace tiempo. Los organizadores son el Centro Cultural El Cabildo, la Municipalidad de Asunción y la Secretaría Nacional de Cultura.
Dentro del evento, un grupo de mujeres artistas de destacado renombre dentro del círculo profesional de graffiteros llegó al país la semana pasada para trabajar en las paredes de los edificios en la zona del Puerto y Aduanas, cerca de la Costanera de Asunción. El problema inició cuando ni la Municipalidad de Asunción ni la Secretaría de Cultura liberaron los fondos para poder contratar la infraestuctura necesaria a modo de que los invitados puedan hacer su trabajo de manera correcta, comentó en conversación con ABC Color la artista y representante de Paraguay, Priscila Benítez.
A raíz de esto, el Centro Cultural El Cabildo, que ya había pagado el pasaje de las artistas, se comprometió a pagar lo que la Municipalidad y Cultura habían prometido, zanjando en parte los problemas, según la denuncia. El dinero se entregó a través de un cheque el pasado viernes por la tarde.
Pese al feriado largo, las artistas hicieron malabares para – de alguna forma – hermosear la zona del Puerto asunceno con sus trabajos. El acabose llegó el pasado martes cuando, según la denuncia, funcionarios del Puerto agredieron verbalmente y denigraron a las profesionales. Las mujeres no identificaron a los presuntos agresores.
Benítez dijo que se sentían “violadas y abusadas” tras la acción de estas personas, sin dar detalles de cuáles fueron los improperios lanzados.
La presidenta de la Bienal y titular del Centro Cultural El Cabildo, Margarita Morselli, conversó con con ABC Color sobre el punto e indicó que la institución puso todo a disposición de las graffiteras y que lamenta que un hecho externo a la Bienal las haya enojado. Dijo además que situaciones como estas – la supuesta agresión verbal – dañan la imagen del país. Confirmó además que las artistas tenían todos los permisos necesarios para hacer sus trabajos y finalmente alabó los hermosos murales que pintaron las profesionales.
Funcionarios de Puertos, que prefirieron no identificarse por temor a represalias, confirmaron que el hecho ocurrió y dijeron que los agresores solo forman parte de “un grupo” que fue individualizado.
El miércoles pasado y tras el incidente, las graffiteras veían imposible la continuidad de sus trabajos por no tener los elementos básicos. Faltaba comida, frutas y hasta agua, de acuerdo al testimonio. Es por ello que decidieron boicotear su propio trabajo – el que venían haciendo – y convirtieron las pinturas en muros de protesta.
Las artistas extranjeras volvieron a sus respectivos países en la madrugada del viernes. Había representantes de Puerto Rico, Canadá, Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Uruguay.