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La madre visitó nuestra redacción y denunció la falta de resolución por parte de la justicia en el caso que lleva más de tres meses en el juzgado de la Niñez y Adolescencia de la Capital. El hecho se inició el 29 de diciembre del año pasado cuando Noelia González quiso ir a retirar a su hija de la casa de su suegra Nidia Caballero Grinok. Sin embargo, la misma no atendía las llamadas y no pudo retirar a su hija.
Desde esa fecha y sin ninguna documentación que avale que la menor pueda estar con la mujer, la niña de 10 años se encuentra viviendo con su suegra, indica González. Por ello inició el juicio de restitución, “que según me dijeron la resolución para que mi hija vuelva conmigo se tenía que dar de inmediato, sin embargo hasta el momento no se ha resuelto nada”.
Debido también a que el abogado de la suegra de la mujer ha recusado en dos ocasiones a la jueza de la causa, María Cristina Escobar. En ambas ocasiones la Cámara de Apelaciones la confirmó como magistrada de la causa, pero ella decidió finalmente inhibirse, por ello el caso pasó a manos de la juez Lucila María Luisa Bajac Cazal, quien impugnó la decisión de Escobar y por lo que nuevamente subió a la Cámara de Apelaciones, donde hasta el momento está pendiente de resolución.
Por otro lado, mencionó que no es la primera vez que se da este tipo de hechos por parte de Nidia Caballero, ya que cuando su hija tenía ocho meses de vida la mujer se quedó con la recién nacida, evitando que su madre la viera, pero en esa ocasión un juzgado ordenó la restitución inmediata de la niña a la madre, por tratarse de una bebé en período de lactancia.
Aparte del pedido de restitución de su hija, Noelia González presentó una denuncia penal contra su suegra ante el Ministerio Público por violación a la patria potestad. Fue designada para investigar el hecho la agente fiscal Ramonita Domínguez, quien hasta el momento no realizó mayores diligencias, según sostiene la denunciante.
La mujer lamenta que ni la Fiscalía ni la jueza resuelvan su caso y no protejan a la niña, debido al grave problema psicológico que le está ocasionando esta situación a su hija. "Menos mal que la Constitución dice que tanto como la familia y la sociedad, el Estado tienen la obligación de garantizar al niño su desarrollo armónico e integral", subrayó.