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El comerciante, quien fue asaltado el martes pasado, viaja constantemente al Norte y todos los policías son sus clientes, explicó Álvarez a la radio 970AM.
“Cuando llegué a Kurusu de Hierro, me paró un control y pensé que eran policías. Uno de los hombres me apuntó y me exigió que bajara de mi vehículo; creí que era una broma, ya que yo conozco a todos los policías, pero luego me di cuenta del peligro cuando otro de los hombres le dijo al que tenía el arma que me mate”, recordó Álvarez.
El macatero explicó que en los cinco años que viaja a la zona para vender uniformes, chalecos, balas y otras mercaderías a policías en la zona de Kurusu de Hierro, Paso Tuyá, Yby Yaú y otros sitios, nunca le ocurrió algo parecido.
Desde la Comandancia de la Policía, el subcomandante Eliseo Báez había dicho que no tenían conocimiento de que la empresa a la que representa Elpidio Álvarez esté habilitada para vender uniformes y municiones a los agentes.
Dio a entender que el hecho era aislado, pero sin embargo Elpidio dijo que hace constantes viajes al norte desde hace cinco años. La pregunta es quién autorizó a Álvarez a vender a los policías sus mercaderías, ya que es sabido que, sin una venia, ni el comerciante ni los uniformados pueden hacer negocios.