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El mensaje dado en la homilía de Monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de Villarrica y asesor de la Pastoral Juvenil durante la “Misa de la Juventud” de este sábado en la basílica de Caacupé pidió a los jóvenes que se desprendan a los bienes materiales y dejen de lado la riqueza. También que comiencen por amarse a sí mismos.
“Porque cuando el corazón se llena de bienes de la tierra, ya no queda lugar para Dios”, señaló Valenzuela durante la homilía.
La celebración de la misa coincide con el día de San Andrés Apóstol, que “vivió con amor las virtudes de la vida diaria junto a Jesús”.
“Para nuestra Iglesia, es urgente promover una cultura y una política de solidaridad, que comiencen en lo más íntimo de cada uno, en la capacidad de dejarse interpelar por los pobres, los necesitados, los que viven en la periferia. Sólo se podrán resolver de modo eficaz los grandes desafíos de la pobreza y de la justicia social si crece dentro de las personas y de las familias la cultura de la honestidad, la solidaridad y vivirlo a fondo, porque creemos que toda persona humana tiene la capacidad de cambiar y de brindar gestos de grandeza moral y de patriotismo, como requiere el momento actual”, señaló Valenzuela.