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El nombre del proyecto, financiado por el Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología (Conacyt), es "El reciclaje como alternativa tecnológica en la auto-construcción. Ladrillos y placas elaborados con cemento y plástico reciclado para su aplicación en viviendas sociales".
El proyecto llevó a cuestionar el papel de la tecnología en los procesos de mejoramiento en la calidad de las viviendas. Es así que los arquitectos Luis Silvio Ríos, Emma Gil Nessi, Carolina L. Aquino Brítez, Diana Lamas y Sofía Cazal, se unieron para trabajar en esta propuesta sustentable.
La investigadora principal, Carolina Aquino, explicó que el componente económico se basa en las cifras estimadas de los materiales de construcción. "Si el ladrillo común cuesta 470 guaraníes, este ladrillo costaría 330 guaraníes aproximadamente”, afirmó.
Además, contó detalles sobre los resultados del proyecto, sus inicios, los beneficios que tendrá para la población.
Aquino explicó que el proyecto surgió a partir de una preocupación por el medio ambiente y el déficit habitacional. Por ejemplo, el plástico tarda 500 años en degradarse. Al ser más barato, el uso de este ladrillo podría facilitar la construcción de viviendas.
Entre los resultados de este proyecto se cuenta con —según la investigadora principal— ladrillos con bajo peso específico, suficiente resistencia, excelente aislación térmica, baja absorción de agua, buena apariencia, buen comportamiento a la intemperie, buena adherencia con revoques tradicionales, bajo costo y cualidades ecológicas.
"(Los ladrillos) son asísmicos, ya que por tratarse de cemento y plástico hacen que la onda sea más flexible y no permite que se quiebren fácilmente. Pueden ser considerados como una tecnología sustentable por la reducción de la contaminación del medio ambiente mediante el reciclado de materiales de descarte, como los plásticos y su combustión es casi nula", precisó.
Aquino agregó además que el ladrillo es de fácil fabricación en nuestro país porque no necesita de grandes infraestructuras porque sus características técnicas, ecológicas, sociales y económicas lo convierten en un material admirable. Incluyen en su mezcla 80% de plástico, 10% de celulosa y 10% de cemento. Otros investigadores implicados en este proyecto fueron la Lic. Diana Salazar, el Lic. José Acosta en el Equipo Social y de Comunicación; la Msc. Lic Patricia Samudio del Equipo Editorial; el asesor legal, abogado Daniel Báez; los pasantes Rebeca Pavón, Fátima Behage y el equipo de apoyo en campo de Gaspar Cubilla y Guido Cubilla.