La lección que deja Thiago

El pequeño Thiago Roa, cuyo fallecimiento conmocionó a todo el país, se convierte ahora en un símbolo de lucha por la vida y del noble acto de la donación de órganos.

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La ciudadanía seguía paso a paso los avances del pequeño, desde hace dos años, cuando se le diagnosticó miocardiopatía dilatada, a través del fanpage del Facebook “Un Corazón para Thiago” y otras redes sociales, además de los medios de comunicación.

Los familiares del niño nuevamente recurrieron a dicho sitio para decir que a pesar de que el pequeño partió, deja en la conciencia de las familias la importancia de la donación de órganos.

Thiago fue a Argentina para ser tratado en el Hospital Garrahan, conocido por procedimientos cardíacos. Luego, volvió a Paraguay para seguir esperando el corazón en el Hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”.

El 3 de setiembre, hace exactamente 14 días, apareció el corazón para Thiago, que fue trasladado desde el Centro de Emergencias Médicas al Pediátrico en San Lorenzo. Durante parte de la noche y la madrugada del día siguiente, los médicos realizaron el trasplante.

Al principio, Thiago presentaba un rechazo agudo del órgano, por lo que le fueron administrados fuertes medicamentos, que finalmente dieron resultado. Con el correr de los días, a pesar de su gravedad, el pequeño seguía presentando mejoras al punto de llegar a respirar por sí mismo a ocho días de su operación.

Sin embargo, al mismo tiempo que su corazón se adaptaba a su cuerpo, fueron apareciendo infecciones en otras partes, lo que obligó a los médicos a someterlo a diálisis. El sábado último, a las 17:00, la situación de Thiago se agravó y presentó un shock séptico, y se confirmó que padecía de una infección generalizada.

Las siguentes 48 horas fueron las más duras, según el relato del equipo médico que lo trató, encabezado por la jefa de Cardiología, Nancy Garay. El lunes por la mañana, los profesionales todavía se mostraban esperanzados con Thiago.

A las 20:30 se produjo el deceso del pequeño niño de seis años. Los médicos trataron de reanimarlo durante una hora, pero las consecuencias de la hipotensión bradicardia, sangrado y paro cardiorespiratorio fueron irreversibles.

El director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), Hugo Espinoza, dijo que las infecciones son un riesgo que se corre en todas las operaciones, entre ellas, el trasplante.

En ese sentido, dijo que a pesar de que Thiago no pudo aguantar, su caso nos debe demostrar que la donación de órganos da posibilidad de vida a muchas personas, como dijeron sus propios familiares.

Explicó que en el caso específico de Thiago, el niño estaba siendo tratado con medicamentos antirrechazo, que al mismo tiempo que hacía que el corazón se adapte al cuerpo del niño, vulneraba sus mecanismos de defensa.

En la actual lista de espera por un corazón del INAT, se encuentran nueve personas, de las cuales dos son niños, comunicó Espinoza. El primer lugar de la lista corresponde a una niña de un año y cuatro meses de edad, quien padece del mismo mal que padecía Thiago, y es de sangre cero positivo.

La pequeña en estos momentos es paciente del Hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”, y se encuentra entubada en cuidados intensivos del nosocomio. “Según las características, está muy grave”, explicó el médico.

Así también comentó que en las últimas horas ingresó a la lista un joven de 28 años, que se trata en el Hospital Central de IPS. El director del INAT prefirió reservar los nombres de los pacientes, ya que lo importante son las características que permitan ubicar al posible donante.

Por otro lado, celebró que la ciudadanía va tomando mayor conciencia, especialmente con los últimos casos de trasplantes. En abril, estaban registrados solamente 4.000 donantes en el INAT, cantidad que hoy se quintuplicó.

Recordó a la niña Anita Almirón, quien falleció en abril de este año a los seis años, esperando un corazón. Así también mencionó los casos de trasplante exitosos que se realizaron este año, como el caso del pequeño de dos años, Josías Britos, y la niña de siete años Liz Ávalos.

Espinoza recordó que en muchos lugares las personas pueden inscribirse para ser donantes, desde municipalidades, empresas, y en la sede del INAT (Capitán Lombardo casi Santísimo Sacramento). Los formularios están también disponibles en la web regalemosvida.com.py, y en la fanpage del instituto.

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