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La Basílica luce imponente durante cada festividad en conmemoración a Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, y gran parte de la belleza la aportan las flores.
Poco antes del inicio de la misa de víspera, fuimos hasta la explanada a conocer a Teti de Llano, la dama que tradicionalmente, año tras año, se encarga de impregnarle su toque artístico a toda la Basílica, así como también a la explanada y en el anda de la Virgencita azul.
Flores como astromelias, margaritas pompones, astromelias, rosas blancas y amarillas, crisantemos, clavitos, lirios y gipsófilas integran la composición que es toda una obra de arte ante los ojos de los feligreses que asisten a presenciar la misa.
A consutarle su edad, Teti solo rió a carcajadas y nos pidió que hagamos cuentas. “Si llevo 50 años adornando el altar de la Virgen de Caacupé, imaginate más o menos cuántos tengo”, dijo entre bromas, al tiempo de contarnos que realiza adorna el altar de la Virgencita desde que funcionaba el viejo templo de Caacupé.
Teti es asuncena, pero inició esta labor cuando la contactó la señora Coca de Kenedy, una pobladora Caacupeña que le solicitó sus servicios y nunca más abandonó el compromiso.
Además de tomarlo como un trabajo, Teti se confiesa muy devota de la santa patrona de los paraguayos, y asegura que durante los años que viene sirviendo a la Virgen de esta manera, ha experimentado milagros constantemente. “Todo lo bueno que me sucede se lo atribuyo a la Virgen de Caacupé”, expresó la mujer.