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El evento, programado inicialmente para el pasado 23 de setiembre, demoró un mes en hacerse a raíz de los hechos acaecidos en la Universidad Nacional de Asunción. La actividad es impulsada por alumnos de la carrera de Ingeniería en Electrónica y organizada por la Politécnica.
“Fui a una mercería, compré un cubito que era de madera. Después me interesé y compré otro. Juego hace cinco meses, formé un grupo de amigos para compartir y hacerlo más rápido. Gracias a mi curiosidad, mis familiares también se unieron”, comentó Mauro Portillo en conversación con ABC Color.
“Yo empecé también hace cuatro meses. Me costó bastante y mi papá me enseñó a armar, es algo nuevo que estoy aprendiendo y es divertido. Gracias a esto estoy memorizando matemáticas y aprendiendo concentración”, indicó por su parte el joven Carlos Alberto Díaz.
Participantes hacen una "competencia previa" antes de la oficial.
“Hace como seis meses empecé a armar. Aprendí y me gusta mucho. No le dedico mucho tiempo pero sí en ratos libres. Mi récord es 32 segundos”, fue el testimonio de Manuel Mostacholi, otro de los participantes de la competencia.
Elías Acosta, fundador del “Speedcubing club del Paraguay” comentó: “El torneo superó nuestras expectativas, ahora tenemos que hacer algo que sea más abierto. Este torneo se hace en el marco de la exposición tecnológica y científica. Se inscribieron 185 personas”.
Son dos las categorías que se habilitaron: principiante y avanzado. Los principiantes son aquellos que resuelven el cubo en dos minutos o más. Se miden tres tiempos. Es decir, cada uno puede hacer tres movimientos para resolver el juego. Los avanzados son aquellos que lo resuelven en menos de dos minutos. Para ellos habrá tres movimientos en donde se sacará el promedio de tiempo para la posterior elaboración del ranking de las mejores clasificaciones. Desde allí la eliminación será directa.
El llamado “speedcubing” es una competencia que se basa en la habilidad de armar el juego lo más rápido posible. Unir sus seis colores parece una tarea difícil, pero no imposible. El récord mundial lo tiene el estadounidense Collin Burns, quien este año batió el record armando el cubo en solo 5,25 segundos en una competencia que se realiza en Doylestown, Pennsylvania.
El Cubo de Rubik lleva el apellido de su inventor, el húngaro Ernő Rubik, quien a sus 71 años sigue innovándolo. Lo diseñó a mediados de los años 70 para diversión (o frustración) de muchos.