Viuda de Lovera: Juicio sobre masacre, ‘una farsa’

La viuda del subcomisario Erven Lovera, jefe policial fallecido durante la masacre en Curuguaty, lamentó la anulación de las condenas y dijo que esta medida hace pensar que el juicio fue una farsa.

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“El juez sacó un dictamen, yo estuve en la sala cuando se leyó la sentencia. Nosotros vimos y escuchamos. Ya no sabemos a dónde recurrir, dónde preguntar. Para nosotros es como un balde de agua fría. Quiere decir que todo lo que se hizo fue en vano. Podríamos llamarle una farsa”, señaló María Estela Meza, vida del subcomisario Erven Lovera Ortiz, jefe del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía de Ciudad del Este, uno de los fallecidos durante la masacre de Curuguaty.

Esto, luego de haberse confirmado que se anuló la condena a los 11 campesinos del caso, entre los que se encuentran los que habrían asesinado no sólo a Lovera, sino a otros agentes policiales.

Prosiguió diciendo que “al sacar esta resolución se dice que entonces no hay culpables, no sé qué va a pasar, qué opinión dar de nuestra justicia, los jueces que estuvieron ahí, el fiscal. Estoy impactada, consternada, impotente, dolida. Es muy difícil”, lamentó la mujer, en conversación con ABC Color.

Dijo que esto no sólo afecta a familiares de los fallecidos sino también a agentes activos de la Policía Nacional. “¿Con qué fuerzas los policías activos van a ir a hacer su trabajo?”, cuestionó.

Consideró, sin embargo, que el dictamen “era de esperar porque tienen el apoyo de la gente de derechos humanos, de nuestro país e internacional, hay abogados que les apoyan y nosotros no tenemos ningún abogado, solamente el fiscal Jailil Rachid”, sostuvo.

Los investigadores de la Policía aseguran que Rubén Villalba, uno de los campesinos absueltos, fue el primero que se encontraba en la línea de fuego, y quien acabó con la vida del jefe del Grupo Especial de Operaciones (GEO), al dispararle en la cabeza un tiro de calibre 38 desde una corta distancia.

El subcomisario Lovera, oriundo de Quiindy, dejó a su esposa y tres hijos, que hoy, tras seis años de lo ocurrido tienen 17, 14 y 10 años.

La masacre de Curuguaty, ocurrida el 15 de junio de 2012 durante un desalojo en Campos Morombí, dejó un saldo de 17 muertos (seis policías y once campesinos). Rubén Villalba encabeza la nómina de acusados por homicidio doloso en grado de tentativa, invasión de inmueble y asociación criminal.

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