El Estado paraguayo está obligado a devolverles las mismas según una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Los nativos de esta comunidad, del pueblo Sanapaná, acompañados de otros indígenas que se solidarizaron con su reivindicación, interrumpieron el tránsito de la ruta Transchaco, la principal carretera de la región Occidental de Paraguay, a la altura del kilómetro 325, informó a Efe Ireneo Téllez, abogado de la organización Tierraviva, que representa a varias comunidades.
Además, los nativos también se concentraron en el kilómetro 369 de la ruta Coronel Franco, cerca de la comunidad indígena Sawhoyamaxa, del pueblo énxet, cuyos integrantes también solicitan al Estado paraguayo que les transfiera sus tierras invocando una sentencia de la CorteIDH pendiente desde 2006.
Los cortes tuvieron lugar por espacio de dos horas por la mañana y otras dos por la tarde, y se prevé que en las siguientes jornadas la medida se prolongue hasta llegar a cortes de seis horas ininterrumpidas. Los indígenas tienen previsto permanecer bloqueando las carreteras por tiempo indefinido, hasta que tengan “una respuesta clara” por parte del Gobierno a su reclamo, afirmó Téllez.
Advirtió además de que, si el Gobierno no responde, la medida de protesta “podría afectar” a los viajeros que se desplacen a Asunción este fin de semana con motivo de la llegada del papa Francisco, prevista para este viernes. Las tierras de la comunidad Xákmok Kásek, ubicadas a unos 355 kilómetros de Asunción, ocupan una superficie total de 10.700 hectáreas y en 2008 una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) obligó al Estado paraguayo a restituirlas a los indígenas.
El Estado paraguayo llegó a un acuerdo de compra con uno de los propietarios de los terrenos, que posee la titularidad sobre 7.700 hectáreas del total de estas tierras, ocupadas por la explotación ganadera Estancia Salazar, del estadounidense Roberto Eaton. Sin embargo, la demora en la compra de las tierras por parte del Estado genera el riesgo de que los ganaderos retiren su oferta de venta del terreno, lo que dificultaría el cumplimiento de la sentencia. En febrero de 2015, la comunidad decidió reocupar sus tierras ancestrales y sus integrantes afirman que no están dispuestos a retroceder.