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Expertos de 11 países, integrantes de la Agencia Internacional para Investigación Sobre el Cáncer (IARC), sitúan el glifosato con la clasificación 2A, bajo el calificativo de “probablemente cancerígeno para los seres humanos”. El organismo dependiente de la Organización Mundial de la Salud suma un nuevo componente al largo debate sobre la utilización de agroquímicos. Dentro de esta clasificación se encuentran otros cuatro pesticidas: malation, diazinon, paration y tetrachlorvinphos.
El estudio publicado en la revista especializada The Lancet Oncology aclara que, si bien hay evidencias en humanos, aún son limitadas; no obstante, “hay pruebas convincentes de que el glifosato puede causar cáncer en animales de laboratorio y hay pruebas limitadas de carcinogenicidad en humanos (linfoma no Hodgkin)”. Las evidencias en humanos corresponden a países como Estados Unidos, Suecia y Canadá.
El glifosato se utiliza en cerca de 750 productos destinados a la agricultura y su demanda aumentó significativamente con el auge de los cultivos genéticamente modificados. Su uso no solo es exclusivo del área rural, sino también en áreas urbanas e incluso casas. El estudio refiere además que se halló glifosato en la sangre y orina de trabajadores rurales. “Se ha encontrado glifosato en el aire, en el agua y en los alimentos, luego de las fumigaciones, siendo las comunidades aledañas las más expuestas”, indica.
Por su parte, la empresa Monsanto, que tiene como su producto estrella el Roundup, defiende el mismo por su baja toxicidad y refiere que su seguridad está garantizada por organismos internacionales como la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA).
Sobre el estudio en cuestión, la multinacional descalificó el mismo, alegando que la conclusión no está basada en evidencia científica disponible. “Datos científicos relevantes han sido excluidos de la evaluación: el IARC recibió y, deliberadamente, eligió desestimar docenas de estudios científicos –específicamente sobre toxicología genética– que respaldan la conclusión de que el glifosato no es un riesgo para la salud humana”, expresa parte del pronunciamiento.