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“La totalidad (de oro encontrado) era 884 kilos, pero lo que la gente y su comitiva vinieron a llevar era 584 kilos. El resto llevaron todito; pero eso no puedo justificar a ustedes, porque no tengo la nota de eso”, indicó Toledo sobre el polémico cargamento de oro que fue reemplazado por otro metal sin valor.
“584 kilos es lo que se pesó aquí, pero legalmente fue mucho más, pero eso ya no se anotó aquí”, insistió el hombre. Afirmó que, finalmente, él no recibió ni un solo guaraní por ese oro, ya que un grupo de personas que vino de Ciudad del Este como compradores se lo llevaron el cargamento, y el oro solo reapareció tras su incautación.
“A mí no me dieron ni un guaraní. Directamente, como se dice, me sacaron”, afirmó, pese a que cumplió con los trámites ante Hacienda y el Ministerio de Minas y Energías para declarar y legalizar el cargamento de oro, supuestamente encontrado como “plata yvyguy”.
Explicó que las personas que supuestamente iban a comercializar el oro, a quienes contactó a través de un cambista, le hicieron firmar una serie de documentos en inglés, pero que finalmente Toledo no aceptó ya que se establecía una cantidad mucho mayor del metal precioso de la que disponía.
También reiteró que el fiscal Aldo Cantero y, supuestamente, el fiscal general del Estado (con permiso) Javier Díaz Verón fueron a allanar la casa de su madre con la intensión de matarlo y ver si había más oro.
“Según me comentaron mi mamá y mis hermanos, le atacaron demasiado a mi mamá diciendo que ellos vinieron en busca de plata, y a buscar el oro que sobró y también para matarme”, relató a ABC Cardinal.