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La fiscala Irma Llano se refirió al último caso de un hombre imputado por apropiación, lesión a la comunicación e imagen, acceso indebido y alteración de datos, debido a que tomó el celular de su expareja, extrajo fotos íntimas de ella y las expuso en el perfil de Facebook de la mujer.
Según mencionó la agente del Ministerio Público, el procesado aparentemente actuó por despecho, ya que la víctima había decidido dar por finalizada la relación sentimental. “Este hombre cometió varios hechos punibles. Desde el primer momento en que se apropió del celular de la víctima, vulneró el sistema de seguridad que tenía el celular, accedió al perfil de ella y de la galería extrajo unas imágenes de ella de contenido íntimo para publicarlas en el perfil de ella ofreciendo servicios sexuales”, detalló.
Aclaró que, si bien la mujer en su momento había consentido que el hombre le tome esas fotos, “ella en ningún momento consintió (la difusión por las redes)”. El ahora imputado igualmente “publicó su teléfono celular y su nombre, ya que ella tenía un nombre artístico en Facebook”, mencionó la investigadora en contacto con radio ABC Cardinal.
La fiscala aprovechó la ocasión para hacer referencia a los cuidados que se debe tener a la hora de tomarse fotos o filmarse para posteriormente difundir los materiales por WhatsApp u otros medios similares, práctica conocida como sexting. “Hay persona a quienes les encanta hacer eso, disfrutan mucho de ello; pero siempre se recomienda que -si quieren hacerlo- sean conscientes de que desde el momento en que se toman una foto y la envían a otra persona por forma electrónica, nunca se sabe en manos de quién puede llegar a parar esa imagen”, indicó.
Llano aconsejó además que, en caso de una persona tenga la intención de compartir videos o fotografías íntimas, considere que no haya forma de ser individualizada por terceros. “Si lo hacés, siempre se recomienda que no te saques la parte de la cara, para evitar que el día de mañana vinculen la imagen contigo o pueda ser usada para perjudicar tu imagen”, manifestó.
Advirtió que la difusión sin consentimiento de imágenes íntimas de otra persona constituye un delito que puede derivar en un proceso judicial. En este último caso, el hombre se expone a una pena de hasta tres años de prisión o multa, según adelantó.