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La actuación de la jueza Caballero ya está bajo la lupa del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), al dar al menos 17 horas más a Messer antes de que se oficialice su orden de captura en nuestro país.
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La magistrada que estaba a cargo de estudiar inicialmente el caso, ya que se encontraba de guardia, argumentó que en el oficio nadie le comunicó de la urgencia, pese a que este se hizo basado en un pedido de la Interpol con “alerta roja”.
En la nota firmada por el fiscal de Asuntos Internacionales, Manuel Doldán, destaca en el encabezado el pedido de urgencia del pedido de realizado por la justicia brasileña, vía Interpol.
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“(Lo de la urgencia) a mí no me lo dijeron, porque el oficio que le acabo de leer es lo que existe; otra cosa no existe”, dijo el viernes pasado la jueza Caballero, argumentando que a su juzgado no se le comunicó ningún pedido de urgencia para la orden de detención.
Cabe destacar que, a las 14:54, la Fiscalía remitió a la oficina de Asuntos Internacionales de la Corte Suprema de Justicia el pedido urgente. Éste luego se trasladó a la oficina de Atención Permanente de la Corte, que, a su vez, lo remitió al juzgado de Caballero. La jueza, argumentando que no era un pedido urgente, no le dio tratamiento inmediato y recién a la mañana siguiente se volvió a sortear la causa, que finalmente fue asignada al juez Miguel Tadeo Fernández, que en menos de tres horas aprobó el pedido de Fiscalía.
Según consta en la nota remitida al juzgado de turno a cargo de Caballero, en el encabezado también se destaca la urgencia del pedido.
Existiría un disgusto por parte de las autoridades brasileñas contra la actuación “dilatoria” de la jueza Caballero, quien –según anunciaron– será investigada por el JEM.