Cargando...
Monseñor Edmundo Valenzuela, arzobispo de Asunción, manifestó sobre el fallecimiento de Páez su pesar y se refirió a él como “un gran sacerdote, un gran amigo de los pobres que ha estado acompañando por 20 años la Pastoral Social de la Arquidiócesis”.
Apuntó que ha tenido muchas intervenciones importantes en la Iglesia a la vanguardia de los más vulnerables y los más desguarnecidos. A partir de esa experiencia acompañó la parroquia de La Recoleta con generosidad en su labor apostólica y trabajo con los sacerdotes y laicos.
Organizó una actividad muy importante de protección a la vida, como es la Casa Rosa María, que acoge a niñas y jóvenes expulsadas de sus casas por haber quedado embarazadas. “El padre les organizó una vida digna para que dieran a luz a sus hijos y puedan educarlos”, destacó el arzobispo de Asunción.
Comentó además que ha trabajado intensamente en la comunidad sacerdotal. Valenzuela recordó que el padre Benito había sido intervenido gravemente de un problema renal hace unos años cuando se le ha dado la santa unción.
El padre Óscar González, vicario general de la Arquidiócesis, al dar una breve biografía, detalló que el padre Benito Páez nació el 16 de mayo de 1941 y fue ordenado sacerdote el 21 de marzo de 1970. Benito Páez estuvo en las parroquias de San Lorenzo, Villeta, Yaguarón y Ypacaraí. En esta última parroquia desarrolló una gran tarea pastoral durante la dictadura, acotó.
Luego, en Asunción, estuvo en las parroquias de Inmaculada Concepción y Recoleta. Entre los años 1988 y 1994 fue coordinador de la Pastoral Social Arquidiocesana y de 1994 a 2014 asesor de la Pastoral.
El religioso comentó que el padre Benito Páez “fue un sacerdote muy de la gente, entregado, para lo cual preparaba con esmero la oración, la liturgia, su homilía y se caracterizó por la promoción, defensa y apoyo a los pobres a través de la Pastoral Social”.
Adelantó que el velatorio será en Carapeguá, adonde lo llevarán los familiares.
A su vez, Ricardo González, coordinador de la Pastoral Social, sumó su pesar y recordó que el padre Benito Páez se había especializado en Colombia en pastoral social y trabajó en el establecimiento de programas para acompañar a las poblaciones de los Bañados de Asunción en la instalación de asentamientos como Mano Abierta y legalización del barrio Nuestra Señora de la Asunción, donde están mil familias.