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Desde las primeras horas de ayer se buscó un hospital que disponga de una sala de terapia, pero lastimosamente no se pudo conseguirlo, por lo que se tuvo que recurrir a un sanatorio privado.
El paciente fue llevado en una pequeña avioneta en medio de una total incomodidad debido al poco espacio en el artefacto que fue fletado por la gobernación.
Joaquin Ávila, tío de la víctima, dijo que aún no tienen un diagnóstico médico exacto que justifique la muerte de su sobrino. Aseguró que los restos serán traídos hoy a bordo de un avión para darle cristiana sepultura en su comunidad de Puerto Guaraní, de donde era oriundo el joven.
La muerte de Diego causó una tremenda consternación, rabia e impotencia entre los pobladores del distrito, atendiendo a que el joven era muy querido e integraba un grupo religioso para ayudar a los necesitados.
La familia del muchacho es de condición humilde, por lo que se inició una campaña de recolección de fondos para destinarlos a los padres, a fin de cubrir los gastos que demandaron su traslado a la capital del país