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La ciudadana escribió un mensaje de texto a través de la aplicación Whatsapp a autoridades del Servicio Nacional de Catastro (SNC), comentándoles que tenía conocimiento de un caso de documentos fraudulentos. Desde un principio aclaró que se trataba de “información confidencial”, y hablaba de unas personas que estaban presentando unos documentos carentes de autenticidad.
La mujer facilitó incluso el número de los expedientes que denunciaba como falso, y expresaba en su texto que su intención era que Catastro esté enterado de a falsificación al momento en que esos papeles lleguen a sus manos para ser procesados.
Cierra su denuncia escrita con la frase: “Espero que esto sea informado al señor director”.
Lo que ocurrió después resulta difícil de creer. El director de Catastro en persona, Francisco Ruiz Díaz, envió un mensaje de Whatsapp a la ciudadana denunciante, en el cual se identifica y le explica que la había llamado para responder a su denuncia, pero el celular de la mujer le había dado apagado, refiere.
El funcionario cierra el mensaje con una suerte de advertencia a la ciudadana, diciéndole que si no presentaba la denuncia “de manera seria, no se puede dar pie a lo que mencionás en tu mensaje”.
Hasta aquí, todo parecía hasta incluso razonable, pues, después de todo, el director argumentaba que la mujer no había atendido la llamada.
Pero la siguiente acción que tomó fue por demás llamativa.
Desde el perfil de la Servicio Nacional de Catastro en Facebook, publicaron un posteo en el que solicitan a la denunciante que profundice la denuncia, publicando su número de teléfono e identificándola plenamente. No contentos con haberla expuesto de esta manera cuando ella había pedido confidencialidad, añaden a la publicación la fotografía de la mujer, dejándola así completamente al descubierto.
Tras esta demostración de cómo las instituciones dejan expuesta a una ciudadana con intenciones de denunciar un hecho de fraude, resulta evidente que cualquier otra persona que tenga conocimiento de una irregularidad, por lo menos pensaría dos veces antes de ponerse en contacto con las instituciones y denunciar.